Mensajero azul

Tengo mucho para decir, pero no diré nada.
Se lo dejo a los que se atreven a derribar augurios y tachar palabras, esencialmente,
las que consideran "malas palabras".
Me he convertido en esa mujer que observa, distante pero apasionada.
Tan apasionada que aborrece el almíbar con el que la quieren envolver los que creen saber de ella.
Los que me previenen del día, preocupados por mi sueño.
Sueños en los que no están.
Si tan solo supieran que no los pienso, que cierro mis ojos y veo un mensajero azul  esperando que me duerma.

Comentarios

Rafael ha dicho que…
Es lo mejor, Alicia.
Un abrazo.

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