Entradas

Piedra, arena y río.

Imagen
No imagino al río retenido entre las piedras, prefiero la arena blanda huella en la que se pierde el día. Si de piedra es el lecho de un río queda entre ellas el recuerdo. Cuando es de arena, todo es caricia piel dorada que cubre sus ansias, las del río y lo embriaga. Río que corre entre piedras retiene su camino al mar. Río que baila en la arena no dejará de buscar otro reino, quizás más allá del mismo mar.

¿Cuándo?

Imagen

Anhelo...

Imagen
Cuatro naranjos en una esquina. Al medio dos limoneros y en la otra esquina, cuatro ciruelos. En el centro durazneros y lo que me quede de terreno, vides con sus plantas de romeros. Con los pájaros, de quienes soy amiga, llegaremos a un arreglo: en verano, ellos no me dañan las frutas y en invierno, cuando les falte el alimento, yo me encargaré de proveerlos. En cuanto a las hormigas, al no saber ya cómo hablarles, pues no escuchan razones, crearé un cerco con mentas, caléndulas y orégano. Convocaré a las abejas, siempre me agradaron, no sé si ellas lo sepan, pero no dejo de admirarlas cuando visitan mi siembra. Quisiera que las mariposas también vengan y si tengo la suerte que los colibríes visitaran  mis frutales al fin podré decir:                                   ¡He aquí una mujer en primavera!

Enero y mi árbol

La noche habla con una luna  que no la escucha, sus palabras resuenan en mi  ventana. Traen perfume de otro mundo. Más distancia. Una mano que me busca y sé que no me alcanza. Quizás el cansancio cubre de sombras  el recuerdo de su espera silenciosa. O quizás son sus raíces esperando a la lluvia. Otro tiempo, aventuras. El arroyo y mi árbol columpiando travesuras. Me gustaría renacer en su ternura arribando  en cada hoja del alba, cuando enero vestía de paciencia  su copa  mientras yo le hablaba de milagros   y  creía ver anidar  la eternidad entre sus ramas.

No me arrepiento de nada y si tuviese que hacerlo, olvido.

Imagen
No me arrepiento de nada y si tuviese que hacerlo, olvido. Para no perderme de lo nuevo, de instantes musicales llenando el alba. De las formas visitando a las nubes, de las nubes fingiendo ser estrellas. Menta fresca, aroma del verano. Hormigas escarbando un árbol y yo ahí, para impedirlo. Partes de un todo que siempre puede ser más. Pájaros que hablan con el aire, alas prestadas inventando un cielo que quizás jamás verán. Pan recién horneado, tus manos generosas acariciando mi tristeza, corazón silencioso que  se enlazaba a mi inocencia para jugar. Nadie escucha a las flores hamacándose con el viento. Nadie sabe de colibríes visitándonos a las dos. Sueños ofreciendo comienzos, abrazos que no mueren en promesas. Heridas que cerraban con tu presencia. No, no me arrepiento de nada, si tuviese que hacerlo, olvido. Pero con vos no lo hago, soy gratitud desgajándose en lágrimas, deseos de gritar pero sin poder hacerlo. Creer que hice todo lo que pude pero sentir que pude hace

De nuestro nacer y la Navidad

Imagen
Pudimos ser un sueño Un pensamiento sin despertar. Una sombra en la pared o un segundo de un suspiro.  Ser apenas algo que pudo ser y no fue. Un algo por hacer. Un día que murió, signo de la negación.  Nacimos y nuestras manos descubrieron mundos.  Llovió sobre nuestras vidas un sembradío de abrazos y nos unimos a una quimera, algo que se llama esperanza.  Quizás nunca nos visitaron los Reyes Magos, ni una estrella floreció sobre nuestros lechos. Fuimos mendigos, nada, caricaturas de algo. Negamos al paraíso, nos llamaron locos.  Nos asustamos de lo  mismo y renegamos de las flores por temor a enceguecernos   Pero tarde o temprano algo o alguien nos recuerda, que detrás de alguna puerta se esconde algún milagro, si la abrimos, dejaremos de aplastarlo. Un instante y vemos que la paz vale más que el oro, como vale el recuerdo del río cuando cruzamos un desierto o nuestros viejos amores cuando ya no los tenemos.  Hablan de la Navidad, y no dejo de asociarlo a la v

Afirmación

Imagen