Entradas

Alma

Imagen
Alma: inquieta, rebelde, bella, magnífica, iluminada Busca otro cuerpo, éste ya no te abarca. 

El despertar de un beso

Imagen
Suave nacer sobre mis labios Una mirada espera, la tuya. Despierta un beso, no dejes que se duerma.

Una mujer

Imagen
Puede ser por casualidad. O después de muchos intentos. Al fin, pudo verse en el espejo. Ojos que no hablan, labios que no ven, lágrimas que no son. La mujer se sabe débil, entre tantas mujeres. Descubre un puente que no la lleva a ningún lado. aunque ansía un viaje sin destino, su equipaje ya no es el mismo. Cansada, sosteniendo en sus manos pajaritos sin alas y flores sin pétalos, siente que no pasa nada, no le pasa nada. Sabe que Dios no está, pero de alguna manera se las ingenia para hacer como si estuviese. Pone en una bolsa las tristezas y recuerda cuando estaba convencida que la vida no valía la pena de ser vivida si no se lo hacía atravesando mares de incoherencias. Hoy agradece al sueño que se acerca y la toma como a una rosa que la envuelve el rocío y cae. Cae. 

Lunes, temprano.

Imagen
El sol  anida en mi tejido y queda como dormido en él. Lo comparto con ustedes

¡Buen despertar!

Imagen
¡Buen despertar! Todo comienza, hasta la luz parece recién abierta, cruje debajo de las puertas cerradas y crece luego de ellas. No sé a qué le teme el hombre, lo único a temer es al tiempo, cuando no comprende que ya no es Cierra los ojos, descubrirás nacer al día.  Al principio será una frágil llama, algo imperceptible, luego, cantando, con el alba, la llama se transformará en un mundo de alas blancas, otras con formas raras, cielo que se presenta de fiesta. Sol que merodea sin darse cuenta que alguien, se adelanta. Horizonte, brazos abiertos, moneda roja que lo gobierna y besa. Sierras en las no hay sombras, apenas unas nubes que en ellas se acuestan.

Pluma de ángel

Imagen
Creí verte en la muchedumbre. Corrí en tu búsqueda. Pero tu huella de ángel se perdió con los pájaros. Miré la tierra, buscando una pluma que te delatara. La encontré entre margaritas y ramas secas. Al cubrirte, reverdecieron. La tomé entre mis manos, aún tenía tu calor. El rumor conocido de pájaro viajando a otro cielo, conmovió la promesa de tu regreso. Acaricié esa pluma como si fueses vos. Así, sin comprenderlo,  de pronto, todo me pareció hermoso e inmensamente feliz.

Del ser feliz

Imagen
Dos razones en las que recelo de la felicidad:                                                                         Una, porque posiblemente no volveré a serlo                                                                            y  la otra porque con quien compartí esa felicidad                                                                               tampoco lo será, Lago San Roque. Córdoba