Entradas
Mostrando entradas de marzo, 2015
Como pétalos (1)
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
Amigos: Sin cansarlos, sin pretensiones de ser leída todos los días, les cuento, que a partir de esta entrada y lo que falta del 2015 dejaré una reflexión o mensaje diario. A modo de juntar estados de ánimos, que como pétalos de una rosa vayan envolviendo las páginas de esta vida, la mía. Gracias por ESTAR. Les dejo un abrazo. Alicia
Deshojemos domingos
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
No vengas con diamantes, ven con un brillo nuevo en tu mirada. No me cuentes tus victorias, haz que este día pueda guardarlo en mi memoria. Si quieres regalarme algo, tráeme una palabra que nadie haya querido, esa silvestre, recostada en alguna esquina de la vida, pero dime que es mía, sólo mía, florecida para mí. Si por ahí es domingo y no sabes qué hacer con él, te ofrezco juntar domingos y que los deshojemos a la vez.
Preguntas que no hice
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
Preguntas que no hice, respuestas que no busqué, hoy son las que abren vacíos y se puebla la noche de mariposas imperceptibles para todos, menos para mí. No sabré jamás qué sintió al marcharse, si le hubiese gustado despedirse con mi aliento. No entendí su urgencia, ni su tiempo. Creo que su amor estaba poblado de sueños a los que jamás accedí, quizás por miedo. Digo su nombre y creo escuchar sus pasos dibujando mis anhelos. Pero sus pies ya no marcan huellas, no pueden hacerlo. A pesar de ello, veo moverse el trébol abriéndole camino cuando lo recuerdo.
Producto de un plan
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
Cada tres meses debo ir al Banco Nación a presentar el certificado de supervivencia de mi madre, para que pueda cobrar su jubilación nacional, la mínima que le dicen. Ese día, me preparo con una cuota extra de paciencia, pues el trámite requiere de mucha de ella, creo que de un exceso de ella. Desde ir a la policía, esperar media hora que encuentren el papelito de cinco renglones, el cual un agente de pésimo humor debe completar, hasta esperar en esa cola interminable que otro señor, también de mal humor, dictamine que podemos entrar, previo concedernos la gracia de un número, el cual recibimos como si fuese el tesoro más preciado y por todos los medios, en caso de caerse, tratamos de recuperar, hasta llegar a la ridiculez de tirarnos de panza al piso, buscándolo. En esta espera, suceden muchas cosas, se entablan conversaciones de lo más extrañas pero se escuchan otras peores aún. Hoy, una mujer de unos treinta y pico estaba con su hija de unos trece años, justo delante mío. No es ...
Seguir hasta que nos descubramos perdidos. Ahí, retomar el camino.
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
Seguir hasta que nos descubramos perdidos. Ahí, retomar el camino. De tantas malas noticias, uno llega a creer que no hay noticias, pues todo se convierte en lo mismo, esa gran bola de indiferencia y desilusión. Y no leer el diario, ni los noticieros por televisión. Fingir de alguna manera que nos sorprendemos. Sólo la muerte sorprende. Mientras tanto, el vacío anda suelto disfrazado de drama y algo de comedia. Los que juraron amarnos se olvidan de ello. Todo parece un mal sueño. A veces nos despierta una pelea en la calle, alguien pidiendo algo, lo que sea. Es mejor atender ese "lo que sea" a seguir durmiendo. Escuchar esta canción, por ejemplo, me ayuda a ello.