Entradas

Mostrando entradas de noviembre, 2014

Aullido que no es

Imagen
Vacila el amor entre el orgullo y el olvido Se cansó de engaños. Prefiere regresar a la estepa. Que otro venga con su piel de cordero  y juegue con ella su juego. Él prefiere seguir siendo un lobo  que lame su dolor en silencio. Ya habrá tiempo de encontrarle  una explicación, al aullido  que frena en su pecho.

Lectura del atardecer

Imagen

Liberar luciérnagas

Imagen
Arena suave del río Uruguay. Blanca, tan blanca como mis pies. Soy niña otra vez.   Abro mis manos en las que escondía luciérnagas. La abuela me dijo una vez, que quien libera luciérnagas, hace nacer estrellas.  Todo lo que decía  mi abuela no deja de crecer en mí.  Como las estrellas. Ahora, que ya no encuentro luciérnagas, me queda el consuelo del cielo.  Allí andan, co mo monedas de oro, con su brillo dorado iluminan  recuerdos.   

No abandones tus sueños

Imagen
No abandones tus sueños, aunque sean lo único que te sostengan en tierra firme.  Si por ellos debes navegar aguas bravías, no dudes en hacerlo.  En caso de naufragar, será de lo que podrás aferrarte hasta encontrar esa orilla serena que tanto anhelas.

Dirección

Imagen
Mirada que necesita de la tuya para comprender lo que veo. Palabras que necesitan de tu voz para pronunciarse sin temor. Manos que esperan las tuyas para señalar la dirección del viento..

Tengo...

Imagen
Tengo... Una sonrisa velando tu sueño y otra cuando despiertes de él. Un dolor que escondo desde hace tiempo y lo cobijo en el nido de las sombras. Manos abiertas para ayudar a quien lo necesita y un desvelo por lo que tiene arreglo. El optimismo acompañando tus batallas y una venda invisible para tus heridas.  La valentía que se necesita para seguir siendo a pesar del nunca más y de lo que no regresará.  Un cansancio de fin de año pero la sabiduría de esperar algo más. Mi espalda al ruido y a la maldad y la bendición a los que amo y amaré.  Una lágrima lista para prestar cuando el otro dejó de llorar. Un eterno agradecimiento al levantarme y caminar. Esa sabiduría de una multitud de caminos y la elección de los posibles, aunque no olvido, que lo inalcanzable es lo que marca mi destino. La emoción de Diciembre cuando veo las brevas regalando su miel recordándome que siempre estamos naciendo...  

Exigencias de mi piel

Imagen
Mi piel, naciendo con tus caricias,     exige que las horas no llamen al alba.  "Flora".  Tiziano

¿El tiempo pasa?

Algunos afirman que el tiempo es circular (y  parezco una profesora de filosofía, de esas que ya no están, de las que aburrían porque creían saberlo todo, cuando se quedaron con lo poco que pudieron leer veinte años atrás). Parece que todo pasa, pero no.  "Pero estás igualita" me dicen por ahí. ¿Igualita a quién? me pregunto sin preguntar. "La misma loca de siempre, la que nos hace reír a todos" Sé que no es así, no puede ser así. Sería mejor que no fuese así. Prefiero ser la de ahora... ¿Es que no he cambiado? Para los demás, parece que no. ¿Serán quizás máscaras, que por viejas, se resisten a caer?  Escucho a la "extrañable" Negra quien me dice que el tiempo sí, pasa y pasa.

A los héroes desconocidos

Imagen
¿Y cómo hace aquel que se levanta un lunes sabiendo que nada le queda por descubrir? A ese héroe que vemos transitar lunes a lunes, callado, cabizbajo. Ese que no se atreve pensar "¿Hasta cuándo debo seguir tirando del carro?" Ese héroe sin nombre que de alguna manera no se permite confesar su derrota. El que ama y sabe que ese amor vale todo, y que aunque no alcance, le sobran fuerzas para aportarle la magia, el silencio, las palabras y su compromiso de no aflojar, porque no puede, no debe, no quiere.  Que el mundo es una porquería dicen sus compañeros de oficina. Que el patrón no les pagó el viernes,  escucha a su compañero en un andamio. Que ya no hay harina para seguir adelante con la panadería, en este país, el cual pasó de ser el Granero del Mundo a importar trigo... De lunes a lunes, de guardapolvos y falta de tizas, en la era de una educación "online". Maestras que sonríen y ayudan a sus niños a descubrir la alegría. Enfermeros y médicos que no tienen

Mandalas y tu presencia

Imagen
Algo viene a mí. Conocido, presagiado.  No deja que me recueste sobre mi sombra.  Hace que confiese la hora de mi primer dolor, ese que parió los otros dolores. Los que olvidé, preferí el viento y las palabras que no saben de horas, del tiempo temblando dentro del mismo círculo o de crisantemos marchitos. Puede ser que el 2014 esté escribiendo su lápida. Pero no me importa. Con tu  presencia, tejo mandalas en las cuales anudo siglos de  vida sin miedo, delirios y olvido.  Y Juan Rizzo enaltece mi entrada de esta manera:       Centinelas Su aguja anuda mandalas de colores que incendian penas.

Manitos mariposas

Imagen
“Érase una vez el fuego derribando al miedo” La niña me abraza con cuidado. “La noche  huyendo de las palabras”  La niña se aferra al cuento, abre sus manitos mariposas y me regala con su vuelo, el cielo.

Cae una estrella

Imagen

Alicia y el Conejo Blanco

Imagen

Azucenas en el cielo

Imagen

El puchero del lunes.

Imagen
Nada me recuerda más a mi abuela que su puchero del lunes (tradición que seguimos con mi madre, y ahora la hago propia). Si nos veía tristes, nos decía "¿Querés que te haga un puchero?, vas a ver que todo cambia". No sé, pero era así. De alguna manera, con su puchero, nos levantaba en un segundo. Era su abrazo, su manera de afirmar cuánto nos amaba. Esa nostalgia se renueva en casa, lunes a lunes. No importa si es verano, enero. No importa: el lunes puchero. De lo contrario algo nos falta, el abrazo de abuela. Imprescindible para vivir, como el aire, como la alegría y la esperanza. Todo está listo, la verdura en espera, los dejo con este abrazo. Si cierran los ojos, fuerte muy fuerte, estoy segura que podrán percibir este aroma irresistible, que les marca un camino, el de levantarles él ánimo y hacerles saber que no están solos. Nadie está solo con estos recuerdos que colman nuestros días, con esta magia de hacer el intento de revivirlos lunes a lunes. Se hace tarde

Eterno

Imagen