¿Por qué vivir en pequeño si podemos vivir a lo grande? La idea es crear nuestro propio camino, levantarnos cada mañana con alegría y vivir como queramos. Por eso escribo... Para dar cuenta de ello. Poesías mínimas, pero mías.
Era el secreto mejor guardado hasta hoy, cuando descubrimos que el único lector del universo decidió formar parte de nuestro grupo. Ya no hay quien nos lea. Nadie que nos haga creer que nuestra poesía es algo nuevo. Nadie que nos diga que nuestros versos derrochan belleza y que las mariposas y las rosas sólo desean beber de nuestra luz.
Me confieso viva. Hace tiempo que mi piel sufrió la mutación invisible. Dejó al fin, en algún rincón, tu rastro. Por eso no hurgo por la casa en donde hemos vivido. Por precaución, para no pisarlo, aunque aún brilles en mis sueños.
Anduve y anduve. Me perdí por desiertos y colinas. La Pampa supo de mis búsquedas. Un día, te encontré. Creí que el para siempre era posible. También lo creíste. Morías de felicidad, decías. Luego, el desierto también te alcanzó. Desde entonces, el universo gira en sentido contrario de las agujas de un reloj. Quizás por eso sea que en mi vida está todo patas para arriba.