Querida amiga
Puede ser que el aire deshaga este sueño y dejarás de ser flor, o ala de mariposa caída, Serás barrilete jugando con el sol. Como antes, cuando me ayudabas a levantarlo o curabas mi rodilla lastimada por una piedra, Decías que no dolía y te creía. Te creía, siempre te creía. Atravesaste tu hondo pesar y eres el aire mismo Eres más que el aire, lo gobiernas. Nada te ata a esta tierra, sólo una promesa, ambas sabemos de qué se trata. Una tarde cualquiera, regresaremos juntas, sin tiempos inútiles, sin dolor, sin pesadillas Con la libertad de la inocencia ganada jamás perdida, querida amiga. No estás sola, nunca lo estarás, en cada acto de amor atestiguas tu presencia.