Piedra, arena y río.
No imagino al río retenido entre las piedras, prefiero la arena blanda huella en la que se pierde el día. Si de piedra es el lecho de un río queda entre ellas el recuerdo. Cuando es de arena, todo es caricia piel dorada que cubre sus ansias, las del río y lo embriaga. Río que corre entre piedras retiene su camino al mar. Río que baila en la arena no dejará de buscar otro reino, quizás más allá del mismo mar.