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Siembra de arco iris

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Escribo algunos posts con la intención de alivianar dolores, los tuyos y los míos. Comprendo que el mal no se va, pero es una forma o un camino. Al fin y al cabo, escribir es una forma de no darle importancia al absurdo, es un intento de minimizar la perpetua insatisfacción, compañera de la duda y el desencanto. Mientras tanto, mi sombra aún se recuesta en la búsqueda de otros amaneceres, puedo distinguir entre las huellas del otoño, las pisadas de aquella que seré. Por ejemplo, en estos días, las magnolias juegan con el viento a ser bailarinas exóticas. Se desvisten lenta y seductoramente, pero a la vez casi con el mismo pudor de una mujer desnudándose por primera vez ante su gran amor. El guardián del tiempo, reconocido voyeurista, se distrae contemplándolas. Su descuido, me permite robarle a la niñez el durazno más jugoso que aún aguarda en aquel j a r d í n de puertas siempre abiertas. Allí llueve polen y los poemas cantan. Es un paraíso sin prohibiciones y los picaflores no temen

Día de campo

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La cara al sol, aunque mi ánimo se hunda hasta el cuello en el fango de la dimisión. Siempre existen nuevas batallas, combates a punto de estallar, desenlaces sin remediar. No me gusta darme por vencida, aunque el miedo serpentee vigilante mi inspiración, aunque los días salten con agilidad desconocida y sigan eludiendo mi exultación. Nadie apaga los faroles del desvelo, ni escoge el camino que yo marqué. Las nubes tapan las señales que guían hasta mi estrella, mientras mi piel se eriza en la espera y la enredadera silvestre de lo inevitable me envuelve con su territorialidad. Lejos, los aplausos anuncian que la comedia llegó a su fin. Nacerán palabras que me llevarán a tejer un nuevo post, en el que inventaré brújulas que solo marquen los días de crepúsculos bellos, sin lluvia, sin memoria inquebrantable. Los únicos aromas que describiré, serán los de la niñez feliz, los de días de campo y de abrazos como pájaros.

Tareas a realizar un día sábado.

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Sábado. Es día de paseos por los desánimos cotidianos, para combatirlos, hice un listado de tareas a realizar: 1) Regatearé en el mercado de pulgas. Compraré la más atlética. Copiaré su salto en días como éstos, en los que la nostalgia deja charcos inmensos en el patio de mi casa. 2) En el bar de la esquina, buscaré pereza, para esos días en que no me alcanzan las horas. 3) En el parque de los juegos, aprenderé de los niños cómo hacen para jugar sin pelear, para entenderse sin hablar. Lo practicaré con mis jefes y fundamentalmente con mis amigos… 4) En la pinturería del barrio, conseguiré todos los colores. Pintaré cielos en las habitaciones en las que estoy más de cinco minutos. Estoy harta de mirar siempre el gris opaco-rutina. 5) En un mayorista de sábanas adquiriré las necesarias para hacer millones de mordazas, para que la usen los que gritan, los que lastiman con las palabras, los mentirosos de siempre. 6) En la imprenta de la cuadra, encargaré volantes en los cuales suplico que

Esperando en el muelle.

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Cantas himnos de regreso. Mi ajustada ansiedad detiene el paso. Muchas soledades modelan tantas noches, temo no acostumbrarme a tu risa. La ternura resbala entre los pliegues de este verano en sombras y se lleva pájaros de plumajes en los que brillan destinos cruzados. De todas formas, te releo: “¿Me crees cuando digo vivir entre tus besos? No impugnes la multitud de caricias que esperan derrocar tu silencio. Recuerda que soy obstinado, en mí se reúnen todos los caminos en una sola dirección… no te interpongas.” No sé de qué manera interferí, pero te marchas a otros paisajes que no tengan pañuelos en alto. Quedaré en el muelle resistiendo el adiós, tengo tantos adioses acumulados... Difícil será el regreso a casa, no sé cómo haré para decidir mi rumbo. Buscaré en el agua algún mensaje donde me sigas prometiendo el infinito, por eso permaneceré horas vigilando el horizonte, quizás decidas que aún no es tiempo de seguir tu destino golondrina, quizás comprendas que también es bueno el des

Prefiero mis amaneceres.

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¡Al fin! Descubrí lo que quiero escribir: UN SONETO , el insuperable, magnífico, el jamás leído, el que será la envidia de los selectos. Antes... (shht, buscaré qué significa en la famosa Wikipedia, “la enciclopedia libre ”) Soneto: “es una composición poética de origen italiano, que consta de catorce versos endecasílabos , distribuidos en dos cuartetos y dos tercetos . Los cuartetos deben compartir las mismas rimas, y los tercetos pueden componerse a gusto del poeta con la única condición de que compartan al menos una rima, si bien en el soneto clásico suele presentar el esquema CDC DCD o CDE CDE” y sigue… pero ya me perdí… sería mejor intentar escribir un poema, de esos de los míos, simples, de paloma mensajera, de vuelo bajo, nada de andar mirando con aires de halcón. Un poema teñido de sentimentalismo como los que escribo siempre, dejando que la rima, si quiere, se arrime, sino que se vaya a jugar en el patio de algún blog ajeno. O se quede haciéndome burla en alguna vereda l