Según pasan mis sueños:
Algo los vigila, creo que el hilo de miel de un recuerdo.
Algo los libera, creo que la ausencia de la nada.
Bajan sigilosos para pastar felices en el campo de luz donde danzan los encuentros.
Luego beben hasta la última gota de la leche del alba.
Algunos se apartan a bordar flores para que se unan a las que ya bordaron en noches pasadas.
Otros se inquietan y soplan al destino que presagia más de lo mismo. Los sueños son enemigos de la rutina.
Unos pocos se pierden entre orquídeas con alas, esas alas que alguna vez fueron piedras. Son los que prefiero, me gusta saberlos vivos en el silencio, me gusta verlos rondando el presente y que me observen con sus ojos áureos de promesas.
Según pasan mis sueños, me sereno.
Según pasan mis sueños,
me convenzo de que mi alma se alimenta de ellos.