Cada tanto...
Cada tanto, regreso a las viejas pasiones, como la de descifrar paisajes en el cielo, descubrir en el regreso de las golondrinas, (adherida a su vuelo, como barrilete sin hilo) la primavera lila de las glicinas preñadas en racimos de encuentros. Cada tanto, hago acrobacias entre mariposas donantes de alegría, me abrazo con la hierba que crece en la orilla del mañana, visto de tules verdes mi esperanza apacentada en la vigilia de mil sueños. Cada tanto, me levanto con el pie izquierdo, tan solo para contradecir la suerte, extiendo mis canciones al día y vuelo… Cada tanto, también, despido mi silencio, me acerco al consuelo de un nombre que confunde mis desvelos y saltando el abismo que nos separa, me prendo a la ilusión de septiembre y escucho el decir del viento, murmurándole un "te quiero" al duraznero.