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Mostrando entradas de noviembre, 2007

Levantando anclas.

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Zárpame. Te indago desde la orilla del desvelo. Apresúrate. Hace tiempo que no navego y tengo miedo… Desátame. ¡Hoy renuncio a cualquier amarra!.

El poeta y las estaciones

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Si el verano creyera que es el invierno el que lo llama, se apresuraría a destejer, en las noches, su llegada. La poesía es propia  de los días grises y de la nostalgia que llevan las golondrinas entre sus alas. El poeta no escribe en verano, vive esperando los ocasos. Lo seducen las miradas cargadas de ofrendas y los suspiros colgando de las estrellas. El verano es el encargado de gestar quimeras y de acumular imágenes que llenarán vacíos. El poeta escribe en invierno,  las palabras retoñan con el frío. Copos de versos caen en este tiempo, cuando los suspiros descienden, buscando resguardo, entre las voces del viento resbalando de los árboles. Ahora son las estrellas que se cuelgan de los dedos de quien escribe,  nutriendo el silencio que antecede al primer llanto de la poesía. Fotolibro: "El nacimiento de la Poesía" Córdoba  2009

La palabra.

La palabra rompe la muralla de la apatía tornando silencio en poesía. La sombra acata su destino, doblegándose a la alegría. La palabra deshuesa el drama de lo nunca dicho. Canta y aclama el futuro reverenciando al nuevo día. Se resguarda la noche, también mi vida...

Mis imágenes, mi esencia.

Las palabras se guarecen en el silencio. Es el turno de mis imágenes...

Mis niñas y mujeres:

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Entre tantas mujeres que pude ser Decidí ser presente. Entre tantas niñas que fui, Elegí la inocente. Una tarde como tantas, Nos miramos frente a frente La mujer añora la niña la niña aún busca que despierte. La mujer reniega de cualquier transformación La niña, desata en lamentos por desilusión. No cumplió la mujer con el mundo abierto Que le prometió Y la niña pregunta: ¿Dónde está el cosmos al viento La flor que destina su cáliz Al suspiro del tiempo? ¿Y qué sucedió con la palabra dicha La dueña del hálito Dormido en el regazo del silencio? ¿Porqué no regresa la noción Impertérrita del amor Oficiado en el primer intervalo?. La mujer responde: “De extrañar se gesta mi vida, Como de horas cada nuevo día.” “De metas sin llegadas Recubro mis fibras Ya no hablo, ya no canto…” “Me preguntas por el amor… Deja que sus exequias Traigan al fin perdón.”

Las cosas por su nombre...

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Hoy quiero desgranarme lentamente, cual trigo maduro, esperar que la espiga se doble por su peso para con orgullo exponer al sol la brillante semilla... No resulta fácil en esta época adosada de falsedad descubrirnos tal cual somos, sin tegumentos, sin sombras, sin bosquejos del ser… No le temo al qué dirán, a lo misterioso, a lo dado por la sociedad, a la soledad o al estar conmigo misma. Muchos huyen de la soledad, creo que al hacerlo están huyendo de sí mismos… No se percatan que en esta huida se llevan consigo. Ni siquiera se preguntan de qué huyen, y se acomodan en el sofá del conformismo, de la masificación… La puerilidad ha ganado terreno. Es raro encontrar a alguien preguntarse por el verdadero sentido de la vida, se prefiere la irresponsabilidad de no elegir, seguir la corriente es más fácil… Si tienen dificultad para seguirla, buscan otras formas de escaparse, como las adicciones por ejemplo… hablo de TODAS las formas de adicciones, no sólo las drogas, sino por ejemplo a una

Fugacidad

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El tiempo del amor Es distinto al del desamor, En uno se reivindica el milagro En el otro el miedo hace estragos. El tiempo del amor es preludio de encuentros El tiempo del desamor es epílogo siniestro. Enamorados somos alegría y encantamiento Desenamorados somos ironía y desaliento. El tiempo del amor nos convierte en rosedal ardiente En tiempos del desamor nos brotan cardales hirientes . En tiempos del amor la vida es nuestra amiga En tiempos del desamor la muerte nos desabriga. En tiempos del amor los vaticinios llueven bonanzas En tiempos del desamor el dolor cuela desesperanza. "Cardo hiriente"

Aguamiel.

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De aguamiel se viste el río, De sangre-tormenta el cielo, Mi cuerpo de temblores nuevos, Mi vida de paz ...y de misterios. "Aguamiel". Lago San Roque. Córdoba. 11/11/07

El castillo de mis fantasmas.

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Mezo mi esperanza en tu mirada Como aquella nube que busca el río. Me desconozco sin tus palabras, Con el olvido perdonando tu descuido. Mis rodillas emergen temblorosas Al presentirte entre mis cosas. Quedo despierta tan solo por si acaso decides regresar a mis abrazos. Nunca fui mas bella que con tus besos Ni mis lágrimas recorrieron tanto silencio, El mismo en el que se rescató el misterio El día que me dijiste “hasta luego…” Hoy soy como aquel viejo castillo Sin dueños, sin sueños, sin desvelos. Despoblado habitáculo de fantasmas, ya nada queda del deseo en llamas... Alta Gracia. Córdoba. "Restauración".

"Surfeadores" del encuentro:

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Si necesitas saber acerca del hombre, quédate en silencio... Hoy todo es charlatanería, habladurías por doquier, teorías psicológicas, postulados y axiomas. Los medios utilizan a los profesionales como mediadores de alguna “verdad” que tranquilice momentáneamente al espectador, la palabra ocupa la verdadera reflexión, palabra fetiche que se convierte en el estandarte de los pseudos intelectuales... en realidad nada nuevo se dice sobre el hombre. Necesitamos urgente volver a capturar aquella mirada de los primeros filósofos, que intentaba deslindar lo real de lo aparente, mirada profunda, que nos permita ver aquello que realmente se muestra, mirada que navegue mas allá de la cómoda superficie. Las recetas se reiteran: Si analizamos las respuestas a la mayoría de los problemas que se presentan diariamente nos encontraremos que en el fondo la solución que dan los profesionales es la misma. Es necesario quitarle la magia y fastuosidad al poder del discurso, vestirlo de creatividad, de cora