En el país de Alicia Abatilli

Algo me dice que has sido quien tocó esta flor.  Al hacerlo,  resplandece. Como aquella vez que apareciste envuelto en un manto de sol.  Cuando me miraste , descubrí que se podía ser...                                              Imprimir

Todos los días hay un Judas delatándote por centavos Todos los días te niegan, no tres veces, cientos. Todos los días hay millones de niños hambrientos  Todos los días te condenan sin ser juzgado Todos los días mueren ancianos por falta de cuidados. Todos los días alguien evita un milagro Todos los días alguien pierde por ser honrado Todos los días alguien le roba a otro el pan bien ganado Todos los días alguien o algo hace a otro esclavo Todos los días distingues el cinismo de los Pilatos Todos los días bandidos asalariados se ríen de los marginados Todos los días hay una María que llora a su Jesús asesinado Todos los días descubres la mentira, fruto amargo. Todos los días compruebas que nada ha cambiado Todos los días al mirarnos, desvelas el dolor humano y te preguntas, si tu Sacrificio no habrá sido en vano...

Abril es una señora que vigila el arrodillarse de las sombras. Abril regala a los niños que juegan,         cedrón y  arrope   para la siesta. Abril no comulga con la tristeza, tiene ojos que niegan ausencias. Y donde hace una curva la vida,         Abril sonríe, cuando despiertas.                            Abril es una señora vestida de menta                             cruzando el puente, esta mañana... La Cumbrecita. Córdoba

                                                      "Quieren negar mi llegada                                                          encarcelando a las  golondrinas.                                                          Pretenden desmentir lo invisible.                                                         Si lo hacen, ya no habrá poesía".

En el tiempo del buen vino la noche decanta encuentros, en las copas aromadas de sueños. Canto que borra recuerdos en la suavidad de uvas y lágrimas,             lágrimas que dejan huellas. Cielo abierto macerando estrellas. Todo es primavera, se sube el vino a las hojas del alma inquieta y enracimado a los sentidos,                                despierta. El hombre triste rescata la alegría de la luz bebida. Cada gota es una promesa compartida con la tierra. Y la memoria se transparenta en la dulzura dormida, de un vaso repleto de vida. ¡El tiempo ya no es tiempo, cuando llama el buen vino!