Búsqueda

Gestos vacíos de sentido van salpicando sombras cansadas. Se enredan entre sí, hasta formar un rostro, ese que llora en alguna parte del silencio.

El viento, harto de estar desprovisto de remolinos nuevos, insiste en dibujarle alguna mueca, pero el rostro perdió toda expresión, al menos la que indica algún indicio de vida. Enfurecido blande su fusta y la hace restallar con la fuerza de mil tornados sobre la nada, hasta despellejarla, hasta hacer surgir de ella su recuerdo desnudo, sin patria.


El tiempo sigue esperando el milagro de lo incierto.

Comentarios

Cecy ha dicho que…
Será ese milagro que espero que se produzca antes de partir...

besitos

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