Nostalgia crónica.

A los amigos que debieron partir ...
Hay quienes se marchan de este país para dejar de sufrirlo, para resguardarse del dolor de la mesa sin pan.

Al hacerlo, ellos mismos buscan transformarse, olvidarse de aquella tierra abandónica e intentan cambiar lo viejo por las luces nuevas, las del país que aparenta recibirlo pero sin embargo no les permite sacarse el ropaje de “sudacas”...
Intentando mimetizarse, toman las costumbres del nuevo pueblo, quizás con mayor pasión que los mismos ciudadanos.

De alguna forma algo se trasluce, su extranjería o un matiz diferente.
No hay maquillaje para lo propio…
Eso de poder descubrirse en la confianza, en la posibilidad de que mañana será parecido al ayer, eso de desterrar la incertidumbre hace que olvide su propia historia…
Y con ella su alegría de domingo, la del club de sus amores, la del asado en familia…
De pronto, el pasaporte les devuelve su verdad.

Ahí comprenden que extrañan su origen, que les duele todo lo que signifique Patria.

Descubren que el sol no es el mismo y que las otras estrellas no brillan igual, un velo las cubre… el de la nostalgia.

Muchos se han casado allí. Hoy sus hijos se niegan a regresar. Las nuevas raíces sofocan las antiguas, inmovilizándolos...

Lo único que aún permanece incólume es la añoranza de atrapar las nubes que los eligieron como dibujantes de sueños, como izadores de los barriletes de la ilusión eterna…

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
pero en la amistad hay esperanza, y a menudo la amistad no tiene idioma ni nación
Gustavo Camacho ha dicho que…
Alicia, he vivido en España por algunos años y puedo garantizarte lo que escribes en este post.
Es verdad, somos hijos de una madre abandónica, si lo vemos como lactantes. Pero está bueno crecer y entender que hay que construir y dejarse de mirar la teta que ya no nos dá leche. Sino mirá lo que hacen otras madres como la europea que ahora quiere expulsar a todos sus hijos bastardos.
Hay trsitezas en cada esquina del exilio.
Un abrazo.
Cecy ha dicho que…
no debe ser facil, pero mas dificil es no tener el pan en la mesa para los tuyos...

besitos
Anónimo ha dicho que…
tia soy lucas, sos una kapa te lo tenia que decir = que toda la familia somos kapos besos tiiita tkm
Armida Leticia ha dicho que…
¡Eso pasa todos los días con los cientos de mexicanos que abandonan mi país, para buscar un mejor futuro en Estados Unidos! A los hijos de mexicanos nacidos allá, les dicen "chicanos", y como en muchas partes del mundo son víctimas de la discriminación y el racismo.

Saludos desde México, tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos.
caselo ha dicho que…
Y se van Alicia porque es un camino que quieren tomar. Se alejan a otros mundos pensando que tal vez su rótulo de exiliados les abrirá la puerta: entonces se encuentran con una realidad sombría que, desafortunadamente,no es ajena a nuestras latitudes. La xenofobia impone su rostro más frío, hace que se sientan muy extraños y también los obliga a que callen. La nostalgia por la patria y sus gentes es un dolor apagado que suele llevarse en el corazón sin manifestarlo. Y mientras tanto aquí tenemos todo por hacer. Un abrazo amiga,

Carlos Eduardo
Luis Madrigal Tascón ha dicho que…
¡No! No es verdad... No es del todo verdad. Yo también he oído alguna vez eso de "sudaca" y os aseguro que me duele en el alma. En mi alma española. Pero no es cierto, no puede ser, todo lo que se cuenta u os cuentan. En España se os quiere, muy en general, la mayor parte de los españoles. Y especialmente a los argentinos, por mucho que se diga que el mejor negocio del mundo es comprar a un argentino por lo que realmente vale y venderlo por lo que él dice que vale. Yo, he tenido muchas veces ocasión de invertir los términos: Hay que comprar a muchos argentinos por lo que dicen valer y, sin venderlos nunca, tenerlos cerca siempre por lo que realmente valen. Perdón en nombre de los malos españoles. Yo, no soy mejor que nadie, pero trato de ser consecuente y... agradecido. Un abrazo a todos, hermanos argentinos, a los que habeis venido y a los que estáis allá, al otro lado del mar.Yo, os acojo a todos en lo más profundo de mi corazón.
ha dicho que…
Tantos se fueron... tantos no volverán..
Es difícil y duro, para ellos y para los que todavía los esperamos.
mil besos
Alicia Abatilli ha dicho que…
Luis a no enojarse, no es general mi post. Te sé generoso y fraterno.
A los demás ¿Qué decirles? Son vivencias personales.
La historia lo corroborará o lo desmentirá.
Un abrazo conciliador.
Alicia
Caselo ha dicho que…
Luis:

Todos sabemos por tus letras y sensibilidad que formas parte de esa inmensa mayoría de seres buenos que están en todo el mundo. Quitemos entonces los rótulos, este planeta no merece que una minoría llena de odio acabe con la esperanza. Admiro a España, la quiero entrañablamente. Respeto a sus gentes y también los quiero. Recibe un fuerte abrazo amigo, desde el fondo de mi corazón.

Tu amigo y hermano,

Carlos Eduardo
Luis Madrigal Tascón ha dicho que…
Alicia, querida niña, no es enojo... Es dolor. Me duele sinceramente que pasen esas cosas, si es que, de verdad, en el fondo, pasan. No me resigno a aceptar que ningún hijo de España se sienta "extranjero" en la Casa de su Madre. Que Dios nos perdone a todos si alguna vez os causamos esa amarga sensación. Me extraña mucho también que pueda suceder en Italia -y más respecto a los argentinos- aunque no me extraña nada lo que suceda en Francia. "Ellos", no son de los nuestros.

Carlos Eduardo: Muchas gracias por ser mi amigo. Hermanos, ya ssbes que lo somos, en diversas longitudes de onda. Españoles como yo, los hay a millares, creeme. Espero que todo mejore. Un fraternal abrazo.

Luis Madrigal Tascón (Madrid, España)

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