¿Cuándo fue?
Conservo tu recuerdo apretado entre mis labios, un brebaje de miel y eternidad, el cual intento que no se desdibuje con el tiempo.
Afuera, la luna se burla de mi danza solitaria. Ella nunca tuvo alguien que la bese como yo lo tengo, por eso no entiende. No quiero escuchar su risa, suena a pozo vacío, a resentimiento. Si pongo más atención, descubro que su risa burlona es la de una mujer triste, condenada a una soledad inquebrantable, es una risa a punto de convertirse en llanto.
La ciudad se engancha a mi danza, gira sin pretender oponer resistencia, quizás sabe que éste es el momento, en el que comprendo que la felicidad no es un invento.
Las horas llaman al sueño.
La ciudad se engancha a mi danza, gira sin pretender oponer resistencia, quizás sabe que éste es el momento, en el que comprendo que la felicidad no es un invento.
Las horas llaman al sueño.
Mañana me espera la misma monotonía, madrugar, desayuno silencioso, niebla estirándose con desgano…
Mi pereza arremolinándose en el descanso de la escalera del día que pretende llenarme de alguna forma de alegría. Esta vez es cierta, esta vez no es una pintura loca del optimismo…
El pensar en vos hace que todas mis dudas se conviertan en medialunas de esperanza, humeantes, crocantes. Tu rastro, ardiente aún, se confunde con el aroma de mi desayuno, no sé si es más real el calor del submarino caliente en esta madrugada de julio o tus besos de hace unos instantes, apenas unas horas ¿O son meses? ¿Quizás años?
El pensar en vos hace que todas mis dudas se conviertan en medialunas de esperanza, humeantes, crocantes. Tu rastro, ardiente aún, se confunde con el aroma de mi desayuno, no sé si es más real el calor del submarino caliente en esta madrugada de julio o tus besos de hace unos instantes, apenas unas horas ¿O son meses? ¿Quizás años?
No importa, estás en mí, es lo cuenta. Como este día, que es el mejor de los días porque desperté con tu nombre columpiándose en mi sonrisa...
Comentarios
NO IMPORTA, EL AMOR SIEMPRE NOS MUEVE...
UN ABRAZOTE !!!
Por fin puedo venir y leerte...
te extrañé!
besotes
Carlos Eduardo