Sin lugar para los fantasmas
Aquello que se niegan a imaginar, hoy van a imaginar.
De eso que no se habla, hoy quieren hablar…
En eso que no se atreven a pensar, hoy deben pensar.
En eso que no se atreven a pensar, hoy deben pensar.
Porque temen hablar y al hacerlo encontrarse con la verdad.
Porque sufren al imaginar que sus pensamientos puedan desmentir la intemporalidad.
Porque presienten que lo soñado nada tiene que ver con la realidad.
Porque sufren al imaginar que sus pensamientos puedan desmentir la intemporalidad.
Porque presienten que lo soñado nada tiene que ver con la realidad.
De todas formas hoy quieren hablar, pensar e imaginar, para impedir que los fantasmas se hagan más poderosos cuando llegue la nave que trae el adiós…
Comentarios
En todo caso esbozamos escapes, salidas transitorias, pero lo vivido son los retazos que dibujan nuestra figura, y delatan esas trampas que a veces queremos hacerle al olvido.
Y el día que nos toque embarcarnos como pasajeros de aquella nave todos nuestros momentos vivídos ya estarán esparcidos, e inundando el universo, convirtiéndonos en miles de partículas que brillarán en los recuerdos de los demás.
No es ego, es convicción.
En palabras de Galeano: nadie se va del todo, mientras su nombre dicho o pensado, lo esté llamando.
Beso, Mauro.
Un beso querida Alicia,
Carlos Eduardo