El refugio del amor



Plaza España.
Enero 2009. Córdoba. Argentina

Comentarios

aapayés ha dicho que…
fugio en flor, como tus versos nos abrigan de ternura...

un abrazo, muy precioso poema...

un saludos fraterno
Viviana Ortega ha dicho que…
Esa fotografía tuya es para un mural, ampié la imagen, la casualidd del poema, uno de mis preferidos
Cada vez que vea un jacarandá en flor, o la calle vestida de él no lo pisaré, recordaré que ahí está el amor, amiga mía.
¿Me podés decir cómo se hace para escribir y encima sacar esas fotos tan bien?
Escríbime, no seas fiaca, Ali.
Anahí
Viviana Ortega ha dicho que…
Esa fotografía tuya es para un mural, ampié la imagen, la casualidd del poema, uno de mis preferidos
Cada vez que vea un jacarandá en flor, o la calle vestida de él no lo pisaré, recordaré que ahí está el amor, amiga mía.
¿Me podés decir cómo se hace para escribir y encima sacar esas fotos tan bien?
Escríbime, no seas fiaca, Ali.
Anahí
Anónimo ha dicho que…
Siempre he creido que las fotografías de las personas "congelan" el alma. No obstante ello, cuando las mismas enseñan a la naturaleza unidad al pensamiento se produce una simbiosis que flota en el aire y se disemina por el mundo de las ideas, dando forma a otras nuevas, llevando el caleidoscopio de la burbuja, uniendo sentimientos y sentires, abriendo el coco de las percepciones sutiles. Algunos denominan a esto "misticismo" pero en realidad es una entrega a la madre tierra de la que todos somos hijos, que nos hermana en la condición. Alcanza apenas con abrir el alma...
Walter Portilla ha dicho que…
Querida Alicia, qué sería del amor si no tuviera fuerzas cuando parece que fallece, qué sería de él si no tuviera cobijo. El amor siempre se levanta, aunque engaritado se sienta, otra vez crece. Es nuestro afán revivirlo, nacerlo nuevamente.
Mi abrazo juerte, ya sabes qué es 'juerte', verdad? pues, más fuerte que fuerte.
Baci ha dicho que…
por suerte, entre esas arterias grises, los jacarandás nos recuerdan los colores de la vida...

un abrazo
baci
Anónimo ha dicho que…
Hola Alicia, hermosa fotografía, no sabía que esas flores violetas se llaman jacarandás, cuando las vea te recordare siempre y a los amores que buscan refugiarse en la belleza de esta flor.
Un abrazo Sol y Luna.
AFRICA ha dicho que…
Seguro que el amor no está abandonado, solo se ha perdido y una vez haya recobrado las fuerzas, dirá adios a las penas y desde ese hermoso refugio, encontrará el camino por donde ha de volver.

Un beso
GlamToday VideoTop ha dicho que…
Hermosas palabras las tuyas llenas de sentimiento.Me ha encantado tu rincon amo Cordoba, me anoto para seguirte.Espero me visites.Cariños.
Luis Madrigal Tascón ha dicho que…
Alicia: Me veo hoy especialmente reflejado en tus versos. Yo, tambien soy un abandonado del amor, que camina por las arterias grises- y oscuras- de una ciudad sólo inmensa en extensión superficial (Madrid) y que, en otro iempo fue la Capital de las Españas, entre las cuales se econtraba nuestra querida Argentina. Hoy, hace aquí un fío especialmente duro, seco, sin posible refugio... Por ello, espero que también me permitas a mí cobiarme bajo ese arbusto, o árbol, intertropical o subtropical, cuyas inflorescencias racimosas de ese color violáceo, tan español, hoy se ha "nacionalizado" en la Argentina. Por favor, déjame un pequeño lugar bajo alguna de tus jacarandás. Un beso
Anónimo ha dicho que…
El jacarandá es un árbol, o arbusto, de inflorescencias racimosas de color azul violáceo, aunque también pueden serlo rosado o blanco. Pero el más español de ellos, es el violáceo, por aquello de las dos funestas Repúblicas, y de la bandera tricolor, en la que uno de esos tres colores, además del rojo y del gualda, es el violeta. Por ello, en estos días en los que España sufre uno de los inviernos más crudos, y en particular, entre otros lugares, Madrid, donde las temperaturas bajan con frecuencia del cero, las heladas nocturnas son casi diarias y tanto los madrileños como quiénes no lo somos -pero estamos aquí, como las cosas- caminamos por las calles semi-embozados, nuestra alma clama por los lugares en los que tales árboles, intratropicales o subtropicales, florecen en abundacia, en estos días. Como bien es sabido todos los cuerpos materiales se dilatan con el calor y se contraen con el frío, y toda contracción equivale o significa merma, disminución y, en consecuencia incremento de lo vulnerable y del desamparo. Pero es mucho mayor este mismo efecto en lo que concierne a los espíritus, que quisieran verse cobijados bajo alguno de esos florecientes jacarandás, no ya tan sólo para no perecer de frío, sino incluso para que no se transmute y corrompa su verdadera naturaleza. Y sobre todo, para sentir la caricia y el abrigo que quienes a su sombra pueden derramar junto a nosotros algún suspiro. A ser posible, algún supiro de amor. Luis Madrigal.-
Unknown ha dicho que…
Abrazos a Córdoba, sentimientos que se unen a tu tierra en poesìa, abrazos Julia

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