Eres el nexo de todo
De la huella y del viento.
De lo ancho y de lo estrecho
De lo que dije y nadie escuchó
De la sed y del río
De lo ancho y de lo estrecho
De lo que dije y nadie escuchó
De la sed y del río
Del beso y del olvido
Del vuelo y del acero
De la flor y de la piedra
Del principio y la distancia
De lo infinito y la nada
Comentarios
Un fuerte abrazo.
Por eso es una excelente poesía. Porque es para todos y de cada uno.
Saludos desde Jujuy
Abel
¿Cómo superar la duda del instante que une? Lazos como eslabones, largas uniones de unos con otros gracias al “poder” de ese ser que lo puede todo.
¿Qué habrás dicho que nadie escucho? Cuanta gente habla sin ser escuchada, cuantas cosas nos perdemos por ser tan ciegos, tan sordos, tan mediocres.
Que bueno encontrar estos nexos que nos posibilitan seguir.
¿Qué contracta todo el universo en un solo punto, en un solo objeto, en un solo ser?
Un abrazo fuerte.
HologramaBlanco
De la risa y de las lágrimas
Gran amor sería ese ¿Existe?
Saludos cordiales.
todo lo une.
El ser y la nada.
Un abrazo muy grande.
Y dónde están los demás que no te escuchan?
hermosa foto, aliicia, bellísima.
saludos afectuosos
jonessy
Myt HERMOSO!!
Busquemos ser siempre NEXOS....
Besos!
Myt HERMOSO!!
Busquemos ser siempre NEXOS....
Besos!
Un gran abrazo Ali.
un beso
Hermoso poema..
Besos
Pero ese número es arbitrario: ¿Cuántos de tus lectores no se han abonado a tu columna?
Esos, los que tienen hielo en su corazón.
No, Alicia María. Nunca has estado sola.
Y ahora menos con este modo de comunicación.
Tú lo sabes de cierto que hay composiciones tuyas que me persiguen a todas horas.
Durante los lunes por la mañana,en el que se discuten estupideces de nosotros, los abogados, los sábados por la tarde en que decido quedarme solo en esta casa, o cuando ya, muy borracho, voy a una parroquia católica a escuchar el silencio.
Mas no pierdo, nunca, el nexo con Argentina.
Jamás he estado ahí, físicamente; pero con el alma, sí.
Conozco "Las calles de Buenos Aires/ya son la entraña de mi alma", de Borges, como a la gente humilde de Córdoba, de la cual tú, afablemente, me has presentado (sin haber sido, amiga mía, como exquisita, parte de la canalla) y al siempre natural Lugones.
El asunto radica, querida poeta, en que pertenecemos a una especie rara de humanos: nos importan los demás.
Un beso y un abrazo muy apretado, como lo solemos dar los mexicanos y los argentinos a quienes queremos.
Juan Tadeo Llamas de Sintierra,
Duque de bla, bla, bla
Posdata: Te respeto. Pero yo creo que lo más importante ahora es decirte que te admiro.
Y sueño contigo.
Eso no me lo va a prohibir nadie.