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Noviembre
Tu voz y mis hortensias
Hace falta que lluevas en palabras para que vuelva a crecer el encuentro. Que tu voz sea generosa tierra, y que albergue mis silencios viejos. Hace tiempo que los doblo prolijos, hace tiempo que laten a mi abrigo. Por costumbre ya ni los despierto. Quizás tu voz llegue hasta el jardín perdido donde se esconden los "te quiero" nuevos, Así, será pradera lo que hoy es desierto. Y entre los helechos secos de la ausencia...
Comentarios
Un abrazo en la mañana,
Rafael
A PROBAR CON DIOS...
EL REGINENSE.
Un franciscano:Santidad puedo rezar mientras fumo-"por supuesto"
Besos.
Un abrazo fiuerte amiga, desde mi Librillo.
Aclaro, "por si las moscas"
Esta entrada no es una apología del juego, sabido es lo perjudicial que resulta la adicción al juego, ludopatía o juego patológico, yq que es un desorden adictivo caracterizado por la conducta descontrolada en relación al juego de azar.
Pero en este caso, aseguro que sólo es un relato, un intento de ello, al menos. También es sabido que la negación se presenta como es usual en las adicciones y muchas veces toma la forma de fantasias de ganar mucho dinero a través del juego, y de racionalizaciones de jugar para ganar dinero y así poder pagar las deudas de juego que se han acumulado, tampoco hay negación en mí... Pero ya me parece que esta aclaración se está convirtiendo en justificación y me estoy enredando cada vez más, ja,ja.
Mejor lo dejo así, lo único que deseaba decir, en respuesta a Francisco, esencialmente, sólo es un relato...
Gracias a todos por seguir ahí.
Ahora... si hoy sale el 17 vamos "mita y mita", ja,ja.
Un abrazo
Un abrazo.
UN ABRAZO
besitos.
Qué genial eres.
Besos. qué el quinielero destino tenga para ti una semana espectacularmente feliz.
La cuestión es si debo dejar en manos de la suerte hechos que no pueden ser de azar. La probabilidad de acertar es tan baja que el quinielero, que gana dinero por ello, no es culpable sino de la ingenuidad humana.
La necesidad de alcanzar la quiniela empuja al juego, una de las peores drogas psicológicas del ser humano.
No seré yo quien proponga la pasividad y la quietud ante las adversidades pero jamás dejaré en manos de divinidades o creencias lo que debo conseguir personalmente.
El pecado no existe. La necesidad sí.
Un fuerte abrazo, querida Alicia.