Corazón sin noches
Tengo las manos en las que nada se puede leer.
Adivino, tú que puedes, escruta mis huellas, quizás en ellas aún está ese olvido
que no llega.
Dime si podré ser otra, la de hace tiempo, la del corazón sin noches.
Amante de la quietud y de las palabras dichas
al oído.
Esa soñadora indómita que despertaba y sabía que la habían querido hasta desgarrarse
en vértigo.
Comentarios
Un abrazo fuerte amiga.
Empieza a preparar tus sueños, ya empiezas a ser tu misma.
Besos.
Un fuerte abrazo, querida Alicia.
Que las lágrimas del pasado no te impidan ver la felicidad que cada día quiere encontrarse contigo.
Hay alguien que se bebería tus lágrimas y convertiría tu llanto en risas.
Palabra de adivino.
tanto como puede vagar el alma entre llanos,
¿dónde reposan los sueños lejanos?,
¿dónde anidan las esperanzas que nos acompañaron?,
siempre hay una gruta donde nos encontramos,
espejos de espíritus en fuentes, grabados...
cuando eso sucede el miedo se esfuma,
descubres que la vida fue sólo una bruma.
un abrazo andino
el dispensador etéreo
Un abrazo.
Mi cariño contigo.
Precioso.
Un abrazo.
no mires tinieblas ni tengas tristeza,
que con tu ternura y tanta belleza,
hasta el sol te envidia y mucho te adora.
Placer adentrarse a tus lindos escritos.
Abrazo
M. Ángel
Besos
Un Abrazo.
Es solo el paso del tiempo el que renueva la piel de las manos y aunque parezcan ser las mismas que fueron entonces, ya no lo son.
Y el alma, tampoco.
Muy buen poema, me gustó; en especial la parte en que le pides al adivino que escrute tus huellas.
Un gran abrazo.
Ely