En esta hora
Todo puede ser en esta hora.
Despertar sin máscaras de otros días y descubrirnos en un
jardín que hipnotice al tiempo.
Descorrer la indolencia del silencio y dejar que
retrocedan los fantasmas que bajan vestidos de invierno.
El aire dibuja signos para que nos atrevamos a leerlos. Tienen
que ver con proximidad y huellas de pasos que sugieren alianzas.
Todo puede ser en esta hora, hasta el olvido. O la
búsqueda eterna de la puerta que descubre mil auroras. Inquietud de profecías jugando con las lluvias que destilan
porvenires instalados en ese lugar en el que duerme la piedad, guardiana de la
furia de los hombres.
En esta hora, cierro
los ojos y muevo la nada a otro lugar. Es bueno ensayar el renacer en un paraíso sin posibles desertando a mis pies.
Todo puede ser en esta
hora, hasta la casualidad topándose con tu desamparo en mi camino y mi piel cubriéndose de mañanas que se sumergen en tu sonrisa.
Comentarios
Me ha encantado!
Fuerte abrazo.
Ay, si se pudiera hipnotizar al tiempo y pararlo en el instante más bello y así ir nombrando imágenes y momentos para volver a hipnotizar y volver a vivirlos en el presente.
Un abrazo fuerte poeta amiga.
Besos.
Saludos cariñosos María Rosa.
Un fuerte abrazo, querida Alicia.
no es útil para el hoy vertiginoso,
no es buena para el hoy incierto,
tampoco es adecuada para el mañana necesario...
cada día tiene su rostro, así como cada rostro en su día demanda una máscara que será única, irrepetible...
y tal vez, amanecerás otro día, buscando sintonizar el mismo rostro y una semejante máscara... pero el día te recordará prontamente que para ser protagonizado, debes renovarte, mirar la cielo, sentir que respiras, aprender a ser parte...
porque este paraíso necesita del arte...
porque cada día nos participa, según la circunstancia de la que formamos parte...
y así, simplemente, nos elevamos, a sabiendas que despertar es una bendición, que exige entregarse.
el dispensador
un abrazo andino de tardes frías
he encontrado el paraíso, ya no me atrevo a salir de él