¡Gracias!

Te cuento que hoy desperté sintiendo la necesidad de agradecerte , por tomarte ese tiempo vital y visitarme en este paisito que fui gestando, quizás para dejar de ser tan opaca, de hacer transparente aquello que antes era oculto.  Y quizás también, esa necesidad de disculparme por no vestirme de gala para celebrar con vos estos ocho años de compartir en lo posible la belleza, otras la alegría, algunas zonas grises que no supe eliminar y esa melancolía que cada tanto visita este lugar y se disfraza de poesía. Pero no, sé que me conoces. Me lees y me conoces. Me maravilla eso. La universalidad de la palabra. El que estés allí, quizás cruzando un océano, pero sabes de mí, más que un vecino o un viejo amigo, quizás sea porque ellos no me leen, y es a través de la palabra escrita la manera que tengo para decirles a los demás quién  y cómo soy. A veces, los demás, los que están en mi barrio no tienen tiempo de leerme o yo no sé cómo hacer para que ellos quieran hacerlo.

Entre miles de siluetas, no sé cuál es la tuya, puedes ser aquel que tiene en su mano un girasol o quizás ese otro que recoge un espejo roto, ese que se marcha por temor a ser descubierto o aquella que me sujeta del alma cada vez que estoy por caer.

 Mis vecinos queridos, esos que en “Mi Lugar” desearía tener. Me gustaría compartir un espacio con vecinos que respetasen mis silencios, que cuando intente dormir no destruyesen la armonía con Cuarteto ( perdón a quien le agrada este género musical), y si por ahí necesitasen algo pueda estar feliz de ayudarlos ( aunque siempre estoy feliz de hacerlo), confieso que me gusta más ayudar a quien luego no me muerda la mano por hacerlo. Vecinos compartiendo una plaza y que todos limpien lo que tiran. Y si planto algo, mañana florezca en paz.

Y si logramos tener un lago, que los peces no se enreden en la mugre que tiran los desquiciados de siempre.
Este blog quizás sea simple, algo confuso, ingenuo, obsesivo, mezcla de un tiempo que nunca debió ser, palabras con pasado sin subrayar, pero estoy dispuesta a protegerlo del desgano, de los que cierran sus sueños, de los que siembran el odio por este medio, de los malhumorados contagiosos (pido disculpas, si alguna vez lo fui o lo seré, no puedo disimular cuando me siento mal, o cuando se apaga la luz y ya no hay asombro).

Queda este blog con sus puertas abiertas de par en par. Sencillo pero apuntando a la magia. Más real que cuento, con versos buscando otros versos, insomnios que me deja el misterio  y la caricia de la presencia de ustedes, algo así como el universo soñado entre mis cuatro paredes, ese universo que aunque físicamente quizás jamás nos encontremos, lo hacemos con estas alas, únicas, invencibles, intangibles pero tan reales, que cierro mis ojos y veo cómo entre todos emprendemos el mismo vuelo.

¡Gracias por estar allí, por regresar entre las sombras y decirme que no abandone mis sueños, que el milagro vive y si nos pensamos, es una manera de abrazarnos!