Cartas de mayo
Comienzo esta carta como las comienzo en mayo, cada año. No las envío. Pero es como si.
Las dejo siempre en el mismo lugar. Ayer, por un descuido, cayeron todas y pude compararlas con las hojas que se juntan en la plaza de mi barrio. Afuera, el otoño y en mi habitación también.
Me gusta el verde viejo, el naranja y el amarillo por el que van pasando los árboles, así mis cartas. Las más viejas, ocres son mayos anteriores, otras papel delicado, color uva o sentimiento y las últimas, más claras que las anteriores, pero más breves. Cosa del tiempo.
Voy a juntarlas y ordenarlas por año. Quizás algún día pueda decidir qué hacer con ellas. Quizás ellas decidan por mí, se conviertan en pájaros revoltosos y decidan buscar la salida por sí solas. Puede ser que entre todas decidan ser alguna poesía, o un relato breve. Tal vez, el inicio de una novela. O simplemente papeles manchados adhiriendo al silencio, evitando ser leídos.
Será un volver a empezar. Un buscar la voz que se halla encerrada en el crujido que hacen las palabras antes de nacer.
Me pediste que nunca deje de escribir, por eso escribo, te escribo.
Bailan los mayos su danza de afectos. Danza que marca un paso más en este paseo que es la vida. Aunque no se puede ensayar una sola vez esta danza, de alguna manera la función comienza en algún momento para terminar algún día, no importa cuándo.
Voy a vestir de largo este año, así recibiré a mayo. Me enredaré a él para no perder en esta danza el motivo de esta carta: Una ofrenda a la vida, que es lo mismo decir es una ofrenda a tu amor, promesas de todas las auroras por venir.
Comentarios
Un fuerte abrazo.
Besos.
pero que permanece en el alma de los que esperan escribirla y de aquellos otros que están expectantes de recibirlas...
ansiedades y esperanzas...
puentes que enlazan
afectos sostenidos de tiempos que no pasan...
un abrazo andino
el dispensador
Un abrazo.
Abrazos.