¿Y para cuándo la vida?
Dejémonos de malos presagios, de doler ausencias que jamás fueron presencia.
Que nuestros pasos sólo sean de ida.
Tuvo mucho tiempo la muerte para dejar su huella, evitemos intuirla, al menos por un rato.
Que nuestros días sean algo más que deseo o una pobre fachada de sueños.
Observemos en dónde crecen las nuevas raíces. Penetremos el alma de la tierra y respiremos con ella, la embriaguez de vivir naciendo.
Logremos, al despertar, que en nuestro menú aparezca, la respuesta a esta pregunta:
Que nuestros pasos sólo sean de ida.
Tuvo mucho tiempo la muerte para dejar su huella, evitemos intuirla, al menos por un rato.
Que nuestros días sean algo más que deseo o una pobre fachada de sueños.
Observemos en dónde crecen las nuevas raíces. Penetremos el alma de la tierra y respiremos con ella, la embriaguez de vivir naciendo.
Logremos, al despertar, que en nuestro menú aparezca, la respuesta a esta pregunta:
Comentarios
Un abrazo.
Buen menú
Un abrazo.
Justamente hace unos pocos meses, Abril, para ser más exacta, me hice la misma pregunta, no con tus palabras tan poéticas y tan sabias. Y llegué a la conclusión de que, cinco años de duelo y silencio, eran suficientes para mis cinco muertos en serie.
Y estoy viviendo y queriendo, aprendiendo ese arte de amar, que lo tenía olvidado.
Pero no te olvidé aunque te abandoné bastante, amiga querida y ya es momento de decirte que no te olvido nunca, ni olvido tu amistad y tu inmensa capacidad de dar aunque no recibas todo lo que mereces.
Un abrazo enorme junto con un te quiero siempre.
Saludos.
Un abrazo.
Un abrazo. PRECIOSO POEMA.GRACIAS.
Un abrazo. Carlos
BEsos.