Melancolía
Melancolía dulce, mariposa azul que vuela al atardecer, los domingos o cuando llueve.
Nació quizás en un pueblo pequeño, de esos con sembradíos de trigo y lino en flor. De cielos surcados por ángeles que dibujan arabescos para que alguien, nunca supe quién, pueda leerlos.
Alguna palabra la despierta, el volar de un pájaro regresando a su nido, un recuerdo que se adhiere a un rasgo, un gesto, una voz, algún amante, hijo del viento, después el rayo y el silencio.
Melancolía colgada de la alegría de nosotros, niños, bañándonos en el arroyo, juegos y aventuras. Albahaca creciendo, manos llenas de luz, luciérnagas queriendo escapar.
Y yo, aquí, sin saber qué hacer con ella. Quizás sea hora de inventarme un mundo sin amores que lluevan en mi memoria.
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Un abrazo grande.