Hace falta que lluevas en palabras para que vuelva a crecer el encuentro. Que tu voz sea generosa tierra, y que albergue mis silencios viejos. Hace tiempo que los doblo prolijos, hace tiempo que laten a mi abrigo. Por costumbre ya ni los despierto. Quizás tu voz llegue hasta el jardín perdido donde se esconden los "te quiero" nuevos, Así, será pradera lo que hoy es desierto. Y entre los helechos secos de la ausencia...
Comentarios
Un abrazo.
Buen fin de semana con mi afecto.
Besos.
dones de bendecidos por la estrella itinerante...
los elegidos saben de viajes tanto como de viajeros.
un abrazo andino
el dispensador de los suelos movidos
Saludos