Nómada de enero
Bebo el verano desde su comienzo.
Todo parece latir, hasta el silencio.
Y cuando sella el sol su dibujo en la tierra y es intenso,
convengo con enero que es tiempo de andar sin tiempos.
Enero quemando la fragilidad que nos dejó el invierno.
Saliendo lentamente de nuestros sinuosos miedos.
Y al igual que mueven las piedras las raíces del árbol sediento,
enero va atravesando mi urgencia de nómada en un mundo quieto.
Comentarios
Un abrazo.
aunque a veces nos cueste verlo.
Un beso