Nómada de enero

Bebo el verano desde su comienzo.
Todo parece latir, hasta el silencio.
Y cuando sella el sol su dibujo en la tierra y es intenso,
convengo con  enero que es tiempo de andar sin tiempos.

Enero quemando la fragilidad que nos dejó el invierno.
Saliendo lentamente de nuestros sinuosos miedos.
Y al igual que mueven las piedras las raíces del árbol sediento,
enero va atravesando mi urgencia de nómada en un mundo quieto.

Comentarios

Rafael ha dicho que…
Es el contrasentido del tiempo, ahí verano, aquí el invierno, pero ya estamos ambos acostumbrados.
Un abrazo.
Marisa ha dicho que…
Cada estación tiene su encanto
aunque a veces nos cueste verlo.

Un beso

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