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Noviembre
Tu voz y mis hortensias
Hace falta que lluevas en palabras para que vuelva a crecer el encuentro. Que tu voz sea generosa tierra, y que albergue mis silencios viejos. Hace tiempo que los doblo prolijos, hace tiempo que laten a mi abrigo. Por costumbre ya ni los despierto. Quizás tu voz llegue hasta el jardín perdido donde se esconden los "te quiero" nuevos, Así, será pradera lo que hoy es desierto. Y entre los helechos secos de la ausencia...
Comentarios
Un abrazo.
sería un sueño hecho realidad.... =)))))
Eso funciona para los que llegaron más alto de lo que nunca soñaron y tuvieron que dejar en el camino alguna ilusión primera (pueden entonces bajarte del yate y darte el gusto de caminar en la arena)
Pero, a veces sucede, que una persona simplemente “es” lo que puede y no lo que quiso, por tanto, no puede soltar el único leño que lo mantiene a flote, para seguir a ese yate que no existe.