Las cosas por su nombre
Hoy quiero desgranarme lentamente, cual trigo maduro, esperar que la espiga se doble por su peso para con orgullo exponer al sol la brillante semilla...No resulta fácil en esta época adosada de falsedad descubrirnos tal cual somos, sin tegumentos, sin sombras, sin bosquejos del ser…No le temo al qué dirán, a lo misterioso, a lo dado por la sociedad, a la soledad o al estar conmigo misma.Muchos huyen de la soledad, creo que al hacerlo están huyendo de sí mismos… No se percatan que en esta huida se llevan consigo. Ni siquiera se preguntan de qué huyen, y se acomodan en el sofá del conformismo. La puerilidad ha ganado terreno. Es raro encontrar a alguien preguntarse por el verdadero sentido de la vida, se prefiere la irresponsabilidad de no elegir, seguir la corriente es más fácil.
Eso de hacernos responsables de nuestras propias elecciones es lo que molesta. ¿Qué dices?¿Cómo? ¿Existencialista yo?: quizás sí, y no reniego de ello… porque si serlo significa un constante hacerse, un partir de un ahora para llegar a ser aquello que hasta este ahora es sólo posible, pues bienvenido mi existencialismo… es prometedor intentar descubrir cuántos capítulos de mi vida, me quedan aún por escribir, tengo plena libertad -y por ende responsabilidad- de hacer de ella, un simple boceto o una obra maestra, aunque sé que en el camino, la angustia puede llegar a cruzarse con la duda de haber elegido bien, o podemos descubrir que esa decisión de ser nosotros mismos nos llevó quizás al abismo de tocar la nada, pero allí está lo valeroso, el intentarlo, la búsqueda, como el sol busca la espiga o viceversa...
Comentarios
Besos.
Un abrazo.
Un abrazo, Alicia!