Hace falta que lluevas en palabras para que vuelva a crecer el encuentro. Que tu voz sea generosa tierra, y que albergue mis silencios viejos. Hace tiempo que los doblo prolijos, hace tiempo que laten a mi abrigo. Por costumbre ya ni los despierto. Quizás tu voz llegue hasta el jardín perdido donde se esconden los "te quiero" nuevos, Así, será pradera lo que hoy es desierto. Y entre los helechos secos de la ausencia...
Comentarios
un abrazo andino.
el dispensador.
cuando aprendes a fracasar, te das cuenta que en la vida... los que creen que ganan, son en verdad los que pierden... y lo que creen que pierden, son en realidad los que ganan. La paradoja, siempre está en la moraleja de la trama.
Y siempre levantarnos con mayor entereza, para seguir en pos de esa utopía.
Un abrazo, mi vecina del alma.