Dejen de replegarse, de ser sigilosos. Salgan a los campos, liberen a los pájaros, caminen descalzos. Díganse “tengo suerte de haber nacido” ¡Intimen con la vida! Derriben de las plazas, los grotescos bloques de cemento, planten naranjos, durazneros y ciruelos . Que sus veredas sean jardines. Que la miseria quede tras las rejas. Recorran sin temor los viejos sueños. ¡Hagan florecer un tiempo nuevo! "Sofía, hada de las flores" Córdoba
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Un abrazo.
Un abrazo.
Un abrazo.