Los domingos por la tarde
Los domingos por la tarde son de soledad y vida abrazándose a los huesos, son de repaso manso de finales, de columpiarse sin miedo en el pasado, de navegarnos hasta topar con las dudas sin carillones y de caricias que nos transitan hasta ahuecarse. Los domingos por la tarde son habitados con la más pura poesía porque los sueños desbordan el alma y se convierten en mariposas que aletean el viento hacia dentro hasta liberar versos de su vuelo.