Vuelan mariposas entre los renglones.
Vuelan mariposas entre los renglones. Intento aquietarlas pero juegan a la soga con los versos Creo que estoy alucinando. Cierro mis ojos. Pero no. Alas doradas levantan mis párpados. M e obligan a mirar, aunque quizás ésto es efecto del silencio. Uno puede volverse loco al no hablar por tanto tiempo. Las diérisis se confabulan con sus vuelos, se mezclan y la gramática abandona su seriedad por un rato, sabe que están bromeando, no hace mal reír de vez en cuando. Giran hasta no poder distinguirlas y se posan sobre lo que ellas creen un jardín que les pertenece. Pese a mi asombro, no siento que me invaden. Es bueno descubrir algo de color entre tanto gris escrito. Dos de ellas borran los renglones que hablan de tristeza, otras cantan algo, creo que intentan convencerme que no todo está dicho. Algunas descansan sobre un espacio en blanco, saben que la vida es breve, pero no han venido a lamentarse. Tienen mucha poesía por delante. En algún lugar encontrarán el...