Las cosas por su nombre
Hoy quiero desgranarme lentamente, cual trigo maduro, esperar que la espiga se doble por su peso para con orgullo exponer al sol la brillante semilla... No resulta fácil en esta época adosada de falsedad descubrirnos tal cual somos, sin tegumentos, sin sombras, sin bosquejos del ser… No le temo al qué dirán, a lo misterioso, a lo dado por la sociedad, a la soledad o al estar conmigo misma. Muchos huyen de la soledad, creo que al hacerlo están huyendo de sí mismos… No se percatan que en esta huida se llevan consigo. Ni siquiera se preguntan de qué huyen, y se acomodan en el sofá del conformismo. La puerilidad ha ganado terreno. Es raro encontrar a alguien preguntarse por el verdadero sentido de la vida, se prefiere la irresponsabilidad de no elegir, seguir la corriente es más fácil. Eso de hacernos responsables de nuestras propias elecciones es lo que molesta. ¿Qué dices?¿Cómo? ¿Existencialista yo?: quizás sí, y no reniego de ello… porque si serlo significa un constante hacerse, un