Día de campo

La cara al sol, aunque mi ánimo se hunda hasta el cuello en el fango de la dimisión.

Siempre existen nuevas batallas, combates a punto de estallar, desenlaces sin remediar.

No me gusta darme por vencida, aunque el miedo serpentee vigilante mi inspiración, aunque los días salten con agilidad desconocida y sigan eludiendo mi exultación.

Nadie apaga los faroles del desvelo, ni escoge el camino que yo marqué.

Las nubes tapan las señales que guían hasta mi estrella, mientras mi piel se eriza en la espera y la enredadera silvestre de lo inevitable me envuelve con su territorialidad.

Lejos, los aplausos anuncian que la comedia llegó a su fin.

Nacerán palabras que me llevarán a tejer un nuevo post, en el que inventaré brújulas que solo marquen los días de crepúsculos bellos, sin lluvia, sin memoria inquebrantable.

Los únicos aromas que describiré, serán los de la niñez feliz, los de días de campo y de abrazos como pájaros.


Comentarios

¿Escritora o escribidora? ha dicho que…
Me da una paz leerte...

Es... una pasada...

Un beso muy fuerte
Anónimo ha dicho que…
Ese día de campo tiene tanta dulzura encerrada en la nostalgia que uno se queda prendido de ese portón que nos dejas ver.
Quizás no hay necesidad de apagar faroles, ya no hay tal desvelo.
Coincido con Escritora, leer me da paz.
Seba
Anónimo ha dicho que…
Y volverte a leer también.
Me gusta también saber que tus emociones son parecidas a las de tantos pero que no pueden ser explicadas de la forma tan perfecta como lo hacés vos.
Seba
Mauro Vaghi ha dicho que…
Alicia, aunque nunca me contaste de Aguas Dulces, espero sin generarte obligaciones, al menos unas líneas.
Llegaste?
cómo te fue?
Tampoco yo me rindo, en aquello que creo vale la pena.
O sea, espero.
Besos, Mauro
Mauro Vaghi ha dicho que…
Alicia, me olvidé de comentarte tu texto, enroscándome en un pedido.
Un deleite, uno resbala como por un juego de agua, se moja, delira, se estremece, y finalmente llega al remanso.
Pero inmediatamente quiere volver a empezar y te releo, una y otra vez, salpicado por los vaivenes de tu sentir, que me traen distintas historias.
Beso. Mauro
caselo ha dicho que…
"Los únicos aromas que describiré, serán los de la niñez feliz, los de días de campo y de abrazos como pájaros" No tienes que esforzarte mucho mi querida Alicia, siempre describes con tus palabras todo lo que acabas de exponer. Tus palabras y tu amistad me lo hacen sentir siempre así. Un abrazo,

Carlos Eduardo

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