Un poema por resucitar

Voy a resucitar ese poema que prometí en mi post anterior, le insuflaré savia a cada verso, aunque para ello tenga que robarle al cielo mil tempestades y soles de todos los tiempos.
Cuando las palabras quieran esconderse, las buscaré justo allí donde comienza la nada, la agujerearé hasta que ésta se convierta en algo, al menos una simple estrofa, le estrellaré mil cometas hasta que de alguna forma, se divida en otra, haré un rebaño de versos, elegiré aquellos que no deba releerlos, rechazaré a los que se pierdan en carreras imposibles de alcanzar.
Hurgaré la urbanidad piadosa de La Cañada, seguro que en algunos de sus puentes está colgado mi poema y entre su reflejos apacientan sus versos. Las estrofas corretean por el laberinto de luz que la componen para terminar cayendo en el arca que acumula mis mejores emociones, los besos jamás dados, los amores idos y todo mi porvenir, las promesas que uno sabe no ha de cumplir, los dolores sin espectadores, los murmullos de sentimientos descalzos y la caída libre de los esfuerzos que cabalgan por la memoria.
En este resucitar, no respetaré ninguna licencia poética, lo mío serán vacaciones eternas…

Comentarios

Cecy ha dicho que…
hola, paseando por tu blog, que me gusto con que soltura te salen las palabras, y que las rimas se arrimen o se vayan a jugar,
Genial.

saludos
caselo ha dicho que…
Nada amiga, que tus vacaciones sean eternas. Deja que a otros las camisas de fuerza los atormenten; Tú no mi querida Alicia, lo tuyo es sensibilidad y magia que no se pueden explicar.Un abrazo,

Carlos Eduardo
Juan Rizzo ha dicho que…
jajaja!
Vacaciones poéticas completas!
Y pagas, por supuesto!

Así cualquiera se sacrifica por el arte, jajaja.

Muy buen post. Además está muy buena la foto (como siempre). No sé a los demás, pero a mí me provoca ganas de echarme a la sombra.

Un abrazo.

(El gremialista del ocio)

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