Uruguay

Comentarios

Cecy ha dicho que…
Claro que las ausencias duelen, porque se hacen presentes en ausencia...

A veces son buenas y enseñan... otras se transforman en muy tarde.

Ali querida te dejo un abracito
Walter Portilla ha dicho que…
De la mejor forma Alicia, regresaste de la mejor forma, con sonrisas. El golpeteo suave que diste a sus espaldas lo hizo reaccionar y ya tú viste, ...te esperaba.
Abrazos querida Alicia, abrazos.
josé lopez romero ha dicho que…
No es ningún esfuerzo leerte ni tampoco decir lo que trasuntan tus palabras que resbalan y viajan en el espejo de ese mar que muestras. Es muy agradable tu escritura, mi afecto.
Viviana Ortega ha dicho que…
Te colgaste de ese cielo que deja colarse la luna, Alicia, o eres la bella luna misma.
Uruguay, prodigio de la naturaleza que hoy se engalana con tus hermosas palabras y belleza en la imagen.

Un abrazo, amiga.
Anahí
Anónimo ha dicho que…
Perfil de nostalgias azules, corren como tu río, te esperan y te abrazan. Estás en el Uruguay, reflejan sus aguas tu recuerdo. La flor aroma tu sonrisa tímida
Me gustó leerte, me tocó de cerca esta entrada.
AFRICA ha dicho que…
Aún deseando volver a donde viviste cuando eras niña, encontrar el lugar huérfano de presencias es duro y triste.

Un beso
Luis Madrigal Tascón ha dicho que…
Yo sé que no son pocas las personas, en España y en Europa -no digamos en América- que conocen la razón de que la República Oriental del Uruguay se denomine así, como nación y como Estado. Pero, algunas otras, quizá no lo sepan. Este "pequeño" Estado, el más pequeño de America del Sur, de tan sólo unos 185.000 kms.2, se llama "oriental" por encontrarse situado al Oriente -porque todo "oriente" tiene su "occidente"- y ese occidente es el del Río Uruguay, del que precisamente toma su nombre. Esto es, primero el Río y después, la Nación y el Estado uruguayos. Pero este Río, es un río triplemente internacional, porque nace en la Sierra Geral, en territorio de Brasil, por lo cual "cronológicamente", primero es brasileño y se extiende después, por sí mismo, esto es, sin computar la longitud general del sistema hidrológico Paraná-Paranaíba del que forma parte (3.940 kms. y 14 del mundo), a través de sus 1.770 kms. de longitud (47 del mundo), por su margen derecha, del territorio de la Republica Argentina, haciendo frontera entre ésta y el propio territorio uruguayo, hasta formar el gran estuario el Río de la Plata, el "Mar Dulce" de Juan Díaz de Solís, en 1516. En realidad, será cuatro años más tarde, en 1520, al desembarcar allí Magallanes, cuando comenzrá a llamarse "de la plata" porque los adornos que portaban los indigenas, hechos de este noble metal, parecían denunciar su notable existencia en la región. A todo eso, contribuyó el Río Uruguay. Y por eso, la Argentina se llama así -Argentina- sustituyendo la nueva denominación, desde 1810, seis años antes de su independencia, a la primitiva de "Provincias Unidas del Río de la Plata". El Río Uruguay, pues, más que uruguayo, y también más que brasileño, es uno de los ríos argentinos, por naturaleza y por esencia. Enfrentado geográficamente al otro gran río argentino, el Paraná, ambos forman la Mesopotamia argentina ("meso", medio o intermedio; "potamos", río) y la Provincia de Entre Ríos, cuya capital es Paraná .Tierra mucho más hermosa, fecunda y llena de esplendor que la primígena Mesopotamia, situada entre los Ríos Tigris y Eufrates, donde se dice estuvo situado el Paraíso Terrenal.

Verdaderamente, todo esto a mí, poco me importa, aún importándome mucho. Lo que me parece más conmovedor, más significativo y, por supuesto, mucho más romántico, es subrayar que el Río Uruguay, es un río misterioso, bucólico y mágico; forjador de sueños y encantos, desde cuyos bancales de arena puede divisarse y contemplarse la luna en las noches más embriagadoras del plenilunio, cargadas de ensueños y melodías de amor. Y, como casi todos los ríos así de románticos y sensibles, el Uruguay ha de tener una "Reina", como la tenían aquellas Ondinas, o Hadas de los Lagos, o las Nereidas, todas las cuales amaban el agua, como elemento más puro y noble, bien en los remansos, bien en las cortinas de las cascadas. Pero, la "Reina" del Río Uruguay, en la Mesopotamia argentina, nada puede tener que ver con ninguna de aquellas Nixies, las más antiguas Hadas de los Ríos, y oriundas de Inglaterra; ni con las Fenntten germánicas, ni mucho menos con aquella malvada Glaislip de Noruega, bella mujer, con torso humano, pero con el resto del cuerpo en forma de diabólica cabra... Ni aún con la dulce y amable Stromkarl, el "Hada de la Música", que habita en las pequeñas cascadas y era famosa por sus once tonadas para danzar... No, la Reina del Uruguay, es benévola, dulce, paciente, amorosa, a veces triste y nostálgica, pero siempre pura y sincera. Ella, se extasía temblorosamente ante las aguas de su Río, que a veces re-descubre, tras el tiempo, también misterioso e infinito. Y tantas veces, sobre todo en las noches de luna, se la puede ver prendida del cielo, sobre las aguas del Río del que absorve la vida y la canción. No es facil verla, tan sólo podemos hacerlo algunos privilegiados, porque, como todas las diosas, se oculta cuidadosa y púdicamente, fundiéndose con el mismo cielo, para mejor reflejarse en las aguas del gran Río. Pero, con su previo y expreso consentimiento, en la fotografía de arriba, la que preside la entrada de este humilde Blog, si ustedes se fijan paciente y detenidamente, si os fijais todos bien, puede vislumbrase su imágen, sutil y misteriosa, sobre el propio sentir poético, que ella siempre desperdiga, y tras una bellísima flor, que por allí llaman gervera. La Reina del Río Uruguay, naturalmente, también tiene nombre... Se llama Alicia. Luis Madrigal.-
Martín ha dicho que…
Bellas palabras... Dignas de alguien que sabe del amor...
muchos cariños!!!
Narci ha dicho que…
Precioso el poema, y la foto... ummmmmm la foto. No tengo palabras para describirla.

Narci
Magda ha dicho que…
Una mezcla perfecta para una vuelta. Hacerlo con la actitud de una niña, y volver sin un adiós previo. Me ha encantado.
Anónimo ha dicho que…
Hola, Alicia. Termino de leer tu poema sobre tu río. Me parece que sé lo que sentías cuando lo escribías: ¡Cómo extraña uno su tierra, aunque esté cerca de sus amores! Eran sabios los griegos cuando aplicaban el máximo castigo: el ostracismo, y te alejaban de tu tierra, rompiéndote el corazón. Entiendo tu amor por tu rio, como vos entenderás mi amor por mis valles clachaquíes. Fátima

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