Hace falta que lluevas en palabras para que vuelva a crecer el encuentro. Que tu voz sea generosa tierra, y que albergue mis silencios viejos. Hace tiempo que los doblo prolijos, hace tiempo que laten a mi abrigo. Por costumbre ya ni los despierto. Quizás tu voz llegue hasta el jardín perdido donde se esconden los "te quiero" nuevos, Así, será pradera lo que hoy es desierto. Y entre los helechos secos de la ausencia...
Comentarios
A veces son buenas y enseñan... otras se transforman en muy tarde.
Ali querida te dejo un abracito
Abrazos querida Alicia, abrazos.
Uruguay, prodigio de la naturaleza que hoy se engalana con tus hermosas palabras y belleza en la imagen.
Un abrazo, amiga.
Anahí
Me gustó leerte, me tocó de cerca esta entrada.
Un beso
Verdaderamente, todo esto a mí, poco me importa, aún importándome mucho. Lo que me parece más conmovedor, más significativo y, por supuesto, mucho más romántico, es subrayar que el Río Uruguay, es un río misterioso, bucólico y mágico; forjador de sueños y encantos, desde cuyos bancales de arena puede divisarse y contemplarse la luna en las noches más embriagadoras del plenilunio, cargadas de ensueños y melodías de amor. Y, como casi todos los ríos así de románticos y sensibles, el Uruguay ha de tener una "Reina", como la tenían aquellas Ondinas, o Hadas de los Lagos, o las Nereidas, todas las cuales amaban el agua, como elemento más puro y noble, bien en los remansos, bien en las cortinas de las cascadas. Pero, la "Reina" del Río Uruguay, en la Mesopotamia argentina, nada puede tener que ver con ninguna de aquellas Nixies, las más antiguas Hadas de los Ríos, y oriundas de Inglaterra; ni con las Fenntten germánicas, ni mucho menos con aquella malvada Glaislip de Noruega, bella mujer, con torso humano, pero con el resto del cuerpo en forma de diabólica cabra... Ni aún con la dulce y amable Stromkarl, el "Hada de la Música", que habita en las pequeñas cascadas y era famosa por sus once tonadas para danzar... No, la Reina del Uruguay, es benévola, dulce, paciente, amorosa, a veces triste y nostálgica, pero siempre pura y sincera. Ella, se extasía temblorosamente ante las aguas de su Río, que a veces re-descubre, tras el tiempo, también misterioso e infinito. Y tantas veces, sobre todo en las noches de luna, se la puede ver prendida del cielo, sobre las aguas del Río del que absorve la vida y la canción. No es facil verla, tan sólo podemos hacerlo algunos privilegiados, porque, como todas las diosas, se oculta cuidadosa y púdicamente, fundiéndose con el mismo cielo, para mejor reflejarse en las aguas del gran Río. Pero, con su previo y expreso consentimiento, en la fotografía de arriba, la que preside la entrada de este humilde Blog, si ustedes se fijan paciente y detenidamente, si os fijais todos bien, puede vislumbrase su imágen, sutil y misteriosa, sobre el propio sentir poético, que ella siempre desperdiga, y tras una bellísima flor, que por allí llaman gervera. La Reina del Río Uruguay, naturalmente, también tiene nombre... Se llama Alicia. Luis Madrigal.-
muchos cariños!!!
Narci