¿Por qué vivir en pequeño si podemos vivir a lo grande? La idea es crear nuestro propio camino, levantarnos cada mañana con alegría y vivir como queramos. Por eso escribo... Para dar cuenta de ello. Poesías mínimas, pero mías.
Flores de duraznero, caricias al cielo. Les dejo este post junto a un profundo agradecimiento por sus palabras tan afectuosas. Sin ellas éste y los anteriores posts quizás nunca las hubiera publicado. Abrazos. Alicia
ALICIA: colores durazno, tonos del paraíso, cielos floridos que esconden pensamientos encendidos de voluntades silenciosas, arando campos celestes donde las sensaciones se expanden, crecen bajo la protección invisible de afectos intangibles plasmados en nubes, transportando creaciones que nutren esencias nunca pronunciadas, jamás dichas, ni siquiera elucubradas, por lo tanto sin posibilidad de ser omitidas, tampoco olvidadas. Un abrazo andino de tarde de enero... Víctor
Este enero, mi Señora, abre surcos,... pero en mi tierra,... la lluvia constante se la lleva, florece agua en el cielo, y se desbordan los rios,... miramos a las nubes por ver si cesa.
Alicia, nuestro amigo el Capitán, es un tipo sumamente gracioso, pero tiene razón. En su tierra, que es la mía, además de protegernos del frío como podemos, nos pasamos el día -en estos momentos mismos- mirando al cielo, por ver si la lluvia cesa. Antes fue la nieve. Su esperanza de que escampe me ha hecho mucha gracia, lo mismo que casi siempre este tipo de conclusión locutoria que acompaña casi todos sus comentarios. Pero, ello no obstante, yo me quedo -quisiera- con ese mundo que se hospeda entre tus labios, en tu verano austral, porque sólo así podré sentirme acariciado por este Enero. Por el mío, digo. Por el tuyo, siempre. Un beso. Luis.-
Hermosa conjugación visual y poética presentado de original y elegante forma. Ha sido un gusto recorrer tu blog y seguiré visitandote para renovar este placer Un cordial abrazo
Habría que guardar este poema para leerlo cuando aquí sea junio y sea allí como aquí es ahora enero, para situarse uno en el tiempo que le enmarcaque en el paisaje. Pero en cualquier caso, leído con la grandeza de nuestro precioso idioma, el verso es de una belleza intemporal, eterna, y si para mayor ventura, fuese escuchado tal como se declama, con la cadencia, el ritmo, el tiempo y la musicalidad de vuestro cálido acento, entonces, puede que se produzca el milagro y el invierno huya para tornarse a verano, surcando mares, allanando montes, rellenando valles y bebiendo las nubes del cielo por donde florecen aquellos besos.
Pájaros, pájaros, pájaros golpean sus alas en tu recuerdo. Lo lavan, escurriendo olvidos. Las palabras, enojos y odio se marcharon hace tiempo. Al final he comprendido, que todo es cuestión de vuelos.
Hace falta que lluevas en palabras para que vuelva a crecer el encuentro. Que tu voz sea generosa tierra, y que albergue mis silencios viejos. Hace tiempo que los doblo prolijos, hace tiempo que laten a mi abrigo. Por costumbre ya ni los despierto. Quizás tu voz llegue hasta el jardín perdido donde se esconden los "te quiero" nuevos, Así, será pradera lo que hoy es desierto. Y entre los helechos secos de la ausencia...
Comentarios
Les dejo este post junto a un profundo agradecimiento por sus palabras tan afectuosas.
Sin ellas éste y los anteriores posts quizás nunca las hubiera publicado.
Abrazos.
Alicia
Un abrazo,
Antonio
Es que hay tierra fertil de esperanza.
Un abrazote Ali.
como un renacer a la
vida a la esperanza.
Un fuerte abrazo.
Muy bonito.
Un fuerte abrazo.
Un abrazo.
y los labios de esperanza
el mundo expande límites,
te preparas para las caricias
del próximo encuentro.
Expresiones esperando que escampe varias.
cuanto dice en esta frase.
Querida amiga, grandes palabras nos muestras
Abrazo
besos
Celebro que nos sigas poniendos estos post.
Seria una pena prescindir de ellos.
Besos.
Fer.
Ha sido un gusto recorrer tu blog y seguiré visitandote para renovar este placer
Un cordial abrazo
Bellísimo.
Un fuerte abrazo, y besos de enero.
(Se comieron los gallos)
un abrazo
Un abrazo enorme,
Pero en cualquier caso, leído con la grandeza de nuestro precioso idioma, el verso es de una belleza intemporal, eterna, y si para mayor ventura, fuese escuchado tal como se declama, con la cadencia, el ritmo, el tiempo y la musicalidad de vuestro cálido acento, entonces, puede que se produzca el milagro y el invierno huya para tornarse a verano, surcando mares, allanando montes, rellenando valles y bebiendo las nubes del cielo por donde florecen aquellos besos.
Besos para ti.
Narci