Hace falta que lluevas en palabras para que vuelva a crecer el encuentro. Que tu voz sea generosa tierra, y que albergue mis silencios viejos. Hace tiempo que los doblo prolijos, hace tiempo que laten a mi abrigo. Por costumbre ya ni los despierto. Quizás tu voz llegue hasta el jardín perdido donde se esconden los "te quiero" nuevos, Así, será pradera lo que hoy es desierto. Y entre los helechos secos de la ausencia...
Comentarios
Un abrazo en la mañana,
Rafael
Tampoco me gusta, claro, el amor hamletiano del sí pero no. ¿Qué tal el amor tranquilo? Sin dudas y sin fuegos artificiales... El amor que se conforma con el hogar encendido, las zapatillas al lado de la cama, y el olor a ropa tendida.
La realidad. Esto es lo válido.
Lo virtual es una ilusión que jamás podrá tocarse. Al amor hay que poder tocarlo, alcanzarlo y sorberlo.
Puede ser que creemos nuestro amor pero es un sustituto que no alcanza las sensaciones potentes y peculiares de la realidad sin sueños.
Un fuerte abrazo, querida Alicia.