Espera
Su sonrisa ha extraviado
el brillo de luna llena.
Todo
lo que mira deja el rastro de un desierto de cristal.
Hay
amores que pierden la memoria, no saben de días, desembocan
en lo vano.
Sucede, a veces, que uno solo es el que se pierde, el otro sigue
buscando y repitiéndose en esa búsqueda.
Es
como si no pudiera despegarse de una rosa,
o del sol cubriendo la ventana de un instante.
Mundo
diverso, profundo, breve, incierto.
Quizás la muerte sea lo único extenso, o mejor
dicho, la nada.
Mientras, la
melancolía soslaya todo lo que tenga que ver con lo nuevo, por si acaso, la
otra puerta se cubra de algo vivido, aunque más no sea una mísera sombra.
Comentarios
¡Qué triste mecedora sin esa canción tan cantada!
Hoy tu entrada es pura melancolía y soledad no buscada, pero como siempre está llena de sensibilidad y poesía.
Un abrazo fuerte amiga.
Un abrazo.
Un fuerte abrazo, querida Alicia.
Una mecedora que espera a alguien mecer. Una sombra que no llega y quizás jamás llegará.
Leerte es verme.
Saludos
Un abrazo.
Hay soledades que son como la muerte misma, oscuridad total.
Un abrazo.
Besos.
Gracias por tu bello comentario. Seguiremos juntos en este caminar. Besos
Un beso.
Sí que sabes decir y sentir.
Me parece ver a esa persona esperando, y esperando.
Tanto que su vejez la alcanzó.
Que se levante y mire a la otra ventana, esa es la que le señala algo más, algo mejor.
Genia, te quiero.
cada ventana hace lo propio...
todos los portales se abren a los sueños...
cada portal hace que cada sueño sea único...
curiosamente,
cada sillón hamaca contiene sus almas,
cada una de esas almas tiene singulares perspectivas de las distancias,
por lo que la vida,
amerita ser abordada con calma,
así como también,
amerita ser abandonada con la paz... en el alma.
un abrazo andino
el dispensador