Cipreses y nido

Dicen los cipreses que el silencio de la noche es menos silencio, y que si me abrazo a ellos escucharé latir el corazón de los pájaros.
Ese latir dejará en mi tristeza una canción de cuna , se ovillará en forma de nido y me hará dormir como cuando mi abuela me acariciaba el pelo y  reunía las estrellas en el cielo para que yo las contara hasta donde sepa: "Una, dos... cien ¿te dormiste abu?". 
Me dormía al saberla dormida.
 Descubro que su ternura es ese nido del que hablan los cipreses, ovillándose  en mi alma, liberador de toda tristeza.
       
   Nido al que regreso cada vez que mi corazón quiere darse por vencido:

Comentarios

Ernesto.. ha dicho que…
Ternura es la que rezuman tus palabras hoy Alicia... Y una cierta nostalgia de ese nido en el que casi todos nos hemos cobijado en un momento u otro...

Delicado texto. Gusta leer estas cosas de alma.

Un abrazo amiga.
María Bote ha dicho que…
¡Qué mullidos y tiernos los nidos abueriles, amiga!

Encantada de volver a leerte.

Un abrazo
Rafael ha dicho que…
Entonces tendremos que escuchar eso que dicen "los cipreses de la noche".
Un abrazo.
Armando ha dicho que…
Los nidos traen cobijo y calor, a la vez que vida y alegría.
¡¡Ánimo Alicia que la vida también es ilusión!!!
Un abrazo.
LAO ha dicho que…
Creo que al abrazar los árboles se sienten lo que nos traen desde sus raíces. Lindas tus palabras y tus recuerdos Alicia, me gustaron mucho!
Los pájaros, el silencio, los árboles, las canciones y las abuelas...
¡Cuanta ternura!
Un abrazo fuerte amiga.
Los pájaros, el silencio, los árboles, las canciones y las abuelas...
¡Cuanta ternura!
Un abrazo fuerte amiga.
Loli Salvador ha dicho que…
No hay mejor manera de crecer sano y fuerte que rodeado de familia, juegos y ternura. Ahora me quedo pensativa y me dispongo a escuchar la música.
Buenas noches, Alica. Un beso
karras ha dicho que…
Sepa Usted señora Alicia que mi admiración crece cada día al comprobar la ternura con que trata y recuerda a los suyos.
Y que también creo no conocer a nadie que sepa expresarlo mejor, y cuando la trato de usted no hago referencia a su longevidad sino a mi admiración.
Besotes grandes.
Entre cipreses la nostalgia de un amor, el de la abuela que se dormía y te llevaba con ella en los sueños. Bello. Un abrazo. Carlos

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