Día de miércoles

Y no es un eufemismo,  porque es miércoles y salgo vestida de verano, deseando encontrar soles por todos lados. No están. Rostros que parecen precipitar inviernos y una ciudad que habla sola. Parece una gran calesita abandonada.
Pero si acerco mi oído a ella sé que aún desea seguir girando, aunque el dueño quiera venderla, como han vendido los ríos, el sur, el norte, mi litoral y parte del oeste.
Le digo a las caballitos de madera, que lo de ellos no es tan grave, con un  poco de pintura quedarán como nuevos, que me esperen, que ya vuelvo, con niños de la mano, para que me crean.
Sé que de allí no se moverán, el dueño  y la dueña de todos los pequeños  dueños, andan de juerga.
Día de miércoles,   la esperanza, en estos días, es lo  único que nos salva, los que nos convence que si miramos bien todo seguirá como siempre. Y si insistimos, mejor que siempre.
Que aunque estamos a mitad de semana, me parece que es sábado. Miro a una anciana, me devuelve la mirada, reconozco que no me teme, sabe que no debe tener cuidado, por eso se atreve y me sonríe al ofrecerle mi brazo para cruzar la Avenida Colón. Me parece que no sólo la anciana se aferra a mi brazo, también la ciudad llevo conmigo. No es pesada la carga. La gratitud aliviana cualquier carga.
Apenas fueron unos metros, pero nos saludamos como tres amigas. La anciana, la ciudad y yo
 Pequeños gestos que transforman miércoles en sábados, soledad en compañía.
A los caballitos de madera les digo: no olvidé mi promesa, esperen, estoy reuniendo a los niños, lleva tiempo explicarles que además de la Play, los celulares y las redes sociales, están ustedes, que aunque parezcan tan quietos les pueden regalar un mundo de risas cabalgando en cada giro.

Comentarios

Narci M. Ventanas ha dicho que…
Con buena actitud y mejor disposición, cualquier día puede convertirse en una fiesta para el alma, y leerte ha mejorado, sin duda, mi recién desperezado miércoles.

Besos
karras ha dicho que…
Si mmelancolía por lo que fué y esperanza para lo que venga.
Empezaste bien el día con la anciana y la promesa.
Ojala seas capaz de contagiar a muchos.
Besotes.
Marinel ha dicho que…
Fíjate que me pone triste tanta abrumadora realidad de distanciamiento de las cosas sencillas que tanto llenan...y esos niños automatizados cuya risa es pura tecnología...
Me salva el detalle que tan bien describes de los gestos cotidianos de humanidad.
Besos.
Rafael ha dicho que…
Hoy es miércoles y hay que vivirlo intensamente, como todos los días, pero éste en especial, porque es presente.
Un abrazo.
Pilar Cárdenes ha dicho que…
Quizás la actitud de disfrutar el "ahora" sin nostalgias, sin precipitarnos a un futuro que tendremos, o no…Pero sabes?, me ha encantado todas las referencias que has hecho, incluido la pintura a los caballitos de madera.
Feliz miércoles que el sábado ya tendrá su momento.

Un abrazo
María Bote ha dicho que…
Es un gusto leerte, Alicia. Tu texto ha tenido la virtud de alegrar mi día, amiga.

Un abrazo
Alicia me ha encantado tu relato es nostálgico y muy real.
Siempre tendremos en la memoria los carruseles de las ferias...
Un abrazo fuerte amiga.
Francisco Espada ha dicho que…
¡Qué preciosura! ¿Sabes que aquí en Andalucía también usamos esa definición de calesita? Muy acertado en paralelismo que has hecho con aquello que nos hacen acá, allá y acullá.
Un beso.
Fina Tizón ha dicho que…
Esos soles de verano , últimamente se ocultan demasiado, es cierto, pero a pesar de ese juego del escondite, necesitamos encontrarlos un poco cada día, no están las cosas para olvidarnos de ellos, Alicia.

Buena entrada. Desde hoy me tienes como seguidora y gracias por acercarte a mi blog, me ha posibilitado el conocerte y conocer tus trabajos.

Un beso

Fina
Sara O. Durán ha dicho que…
Esto debieran hacerlo cortometraje. Quedó delicioso.
Besos.

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