Contracorriente
Sonría como compartiendo la alegría
Sólo su sombra.
Alguien le preguntó si estaba loca. Quizás, no se necesitaba mucho para serlo.
Sonreía con las lágrimas en suspenso.
Parecía mantenerse indiferente al tiempo. Pero ella era el tiempo.
Dejaron de tenerla en cuenta.
No le creían cuando hablaba de milagros. Los crédulos habían muerto.
Un día abandonó el
pueblo para no regresar.
Los pescadores aseguran que en noches de luna llena, pueden
verla caminar sobre el agua, contracorriente, lúcida y sonriente.
Comentarios
Más cuerda que ninguna.
Hermoso, Gringa.
Abrazo enorme.