Los ancianos nos enseñan a no temer al silencio.
Los ancianos nos enseñan a no temer al silencio
porque un día fueron voz
y juntaron la suya a la de tantos
y sus horas crecían en sonido compartido.
Supieron de pájaros persiguiendo un cielo,
de ropa de niño esperando al viento,
de pan recién horneado congregando a los suyos
y de la paz de la casa cuando todos dormían.
Los ancianos nos enseñan a no temer al silencio,
al único que le temen es al de los que pudiendo hablarles,
prefieren no hacerlo, porque ya los consideran muertos.
porque un día fueron voz
y juntaron la suya a la de tantos
y sus horas crecían en sonido compartido.
Supieron de pájaros persiguiendo un cielo,
de ropa de niño esperando al viento,
de pan recién horneado congregando a los suyos
y de la paz de la casa cuando todos dormían.
Los ancianos nos enseñan a no temer al silencio,
al único que le temen es al de los que pudiendo hablarles,
prefieren no hacerlo, porque ya los consideran muertos.
Comentarios
un abrazo andino
el dispensador
Hay ancianos que nos aportan mucha sabiduría.
Mw gusta la definición que has hecho.
Besos, Montserrat
Precioso poema homenaje a la gente mayor, felicidades.
Fina
Un abrazo.
Buena reflexión.
Besos
Lo expresaste perfecto con palabras matizadas de silencio ...
Un besote Alicia .
Besotes.
Un abrazo mi Ali Veci.
porque el silencio es amigo del recuerdo,
y el recuerdo es la persistencia de la vida...
Un inmenso abrazo, querida Alicia.