No te revuelques en la tristeza
Me cuentas que te duele todo, así como ante todo te hacía cantar, hoy dueles.
No me gusta saberlo. Te estás matando, amiga, a tu esencia. Esa mujer serena, plena, contagiando optimismo, a la que le brotaban margaritas cuando dormía, hoy se revuelca en su tristeza. A veces me parece que hasta te place hacerlo.
Olvidaste el milagro, la luz, esa cercanía con lo no profano, casi santa. Divina.
El mundo está cada vez más gris. ¡Le hace tanta falta tu alegría!
Te apagaste por dentro. La música también se ha ido.
Estoy cerca. Quizás entre las dos logremos hacer que regreses. Buscaremos algo de lo que puedas aferrarte a la Vida.
No me gusta saberlo. Te estás matando, amiga, a tu esencia. Esa mujer serena, plena, contagiando optimismo, a la que le brotaban margaritas cuando dormía, hoy se revuelca en su tristeza. A veces me parece que hasta te place hacerlo.
Olvidaste el milagro, la luz, esa cercanía con lo no profano, casi santa. Divina.
El mundo está cada vez más gris. ¡Le hace tanta falta tu alegría!
Te apagaste por dentro. La música también se ha ido.
Estoy cerca. Quizás entre las dos logremos hacer que regreses. Buscaremos algo de lo que puedas aferrarte a la Vida.
Comentarios
tanto para volver,
como para saberse ido,
justificando la ausencia,
que significa el estar presente,
en una circunstancia que no se ha querido...
pero siempre hay un ángel entrometido,
así como hay una consciencia que habla a pesar que nadie la haya atendido...
por ello y sólo por ello,
uno debe ser un agradecido,
que te hayan permitido nacer,
para transitar un destino,
ya que algún sentido habrá,
en la decisión de Dios... de habernos traído.
un abrazo andino
el dispensador
Y esa lucha.
Un beso.
Un abrazo.
Un abrazo.
Compartidas las penas se esfuman.
Besísimos.