Miro a mi madre y me veo

No pierdo el tiempo en pensar cómo seré en la ancianidad.
Miro a mi madre y me veo. O deseo verme. Ansío de ella la lucidez, la risa que hace reír a todos, nadie dice de ella que es una vieja senil, como si fuese poco lo de vieja... 
Creo que lo que seremos cuando ancianos ya lo vamos gestando desde niños. 
O como dicen por ahí, al pasar de los años, nos vamos pareciendo más a nosotros mismos, sólo que no nos damos cuenta de ello.
Por eso, agradezco el haber aprendido a ser paciente, sin ser conformista, ver lo bueno en el otro por más que todos digan lo contrario y compartir la belleza de lo simple. 
Cosas que a la larga, ayudarán. Lo sé.

Comentarios

Rafael ha dicho que…
Son bonitas tus palabras.
Un abrazo.
LAO ha dicho que…
Grandes palabras para algo tan bueno!!
Sara O. Durán ha dicho que…
Tú serás una vieja maravillosa... Claro que falta uuuuuh, mil años para que lo seas.
Besos, mi buena veci.
Mari-Pi-R ha dicho que…
Aceptarnos sin dejarnos abatir, y a medida que el tiempo transcurre más nos parecemos a nuestras madres.
Un abrazo.
Fina Tizón ha dicho que…
Cuanto de razón llevan tus letras, Alicia.

Un abrazo

Fina
Joaquín Galán ha dicho que…
Hay que dejar fluir a la vida,ella sola nos llevará a ese estado sosegado llamado ancianidad.Una edad para nada despreciable,sino todo lo contrario.Y lo sencillo ayuda,por supuesto.

Un abrazo

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