Monólogo marciano

3 de febrero. Un día de verano que fulmina.
Acepto la invitación a disfrutar de su sombra de un paraíso. para terminar de leer una novela interminable.  

Distingo la figura de alguien acercándose.
Es un tipo delgado, muy delgado, anteojos grandes para su cara. Piel color ceniza, como la de su cigarrillo que fuma apurado.

No me atemoriza, no intento marcharme. Sé que es inofensivo. 

No digo nada. No es necesario, comienza  a hablar casi sin respirar.

                               "Tampoco pienses que creo que eres perfecta. Estás en un nivel evolutivo falto de amplitud formativa. La especialización debe ir acompañada por el baño ligero en sabiduría universal. Mientras que las personas sean educadas dentro de los límites del interés de cada grupo social no podrán ser completamente libres. Si te hubieran educado en Marte, como a mí, verías con ojos sin condicionar. Una rata es un animal. Un flamenco es un animal. Un roble es un árbol. Muchas gotas de agua son un río, un lago, un mar, un vaso de agua, una nube, un espejo que refleja la luz descomponiéndola en un arco iris. Un caballo es un animal. Un homo sapiens sapiens es un animal. Un homo sapiens sapiens civilizado, además de animal, es una persona. Una persona muy evolucionada puede llegar a tener un comportamiento humano. Un homo sapiens sapiens puede ser, según se comporte, animal, persona, humano. El caballo, la rata, el oso, el homo sapiens sapiens, pueden ser educados y alcanzar el máximo nivel de razonamiento según sus posibilidades físicas y capacidades. La responsabilidad de los actos se divide entre las necesidades, la formación, la libertad de elección, la capacidad de procesamiento del cerebro y el correcto funcionamiento del cerebro. El caballo ha sido domado. El homo sapiens sapiens que lo apalea ha sido domado para que apalee al caballo y no apalee a su amo que le impide una vida digna"

Iba a preguntarle el porqué me decía todo eso a mí, pero me interrumpió antes de darle a conocer mi voz: 
      "¡Para ser persona hay que comportarse como persona!"

Así como llegó, se marchó. Casi sin darme cuenta. 

Quedé confundida.

Tiré la novela interminable porque descubrí que no me importaba el final, quizás este extraño personaje saltó de ella, para ayudarme a no perder el tiempo en leer bodrios. 

A veces creo que todo es producto de este verano distinto, que nos hace imaginar más de lo necesario, pero no hay un solo día que no mire  las nubes, como esperando que su nave cruce mi cielo.