Amante furtivo
Ella permitió que la sedujera su promesa de reducir el silencio, por ello se tendió junto a él.
Abrazó su sombra pero despertó a cielo abierto.
Lo único tangible en ese instante era el gotear de la soledad sobre su piel y su cama sin sábanas.
El amante furtivo se había marchado robándole la morada de sus sueños, allí donde ella los arropaba.
"Mejor el adiós", se dijo.
Volvió a intentar armarse, como antes, pieza por pieza y se abrazó para impedir que el adiós la hiriera otra vez.
Abrazó su sombra pero despertó a cielo abierto.
Lo único tangible en ese instante era el gotear de la soledad sobre su piel y su cama sin sábanas.
El amante furtivo se había marchado robándole la morada de sus sueños, allí donde ella los arropaba.
"Mejor el adiós", se dijo.
Volvió a intentar armarse, como antes, pieza por pieza y se abrazó para impedir que el adiós la hiriera otra vez.
Comentarios
Besos.
precioso texto
un abrazo
María
Un abrazo.
Besos.
Besitos, vecina del alma.